Las Relaciones Públicas, en base a múltiples definiciones, se puede decir que su función consta en la dirección y gestión de las comunicaciones entre una organización y sus públicos. Se basa en estrategias de comunicación planificadas para transmitir la postura de la organización, para lograr impactar en los entornos político y social de la sociedad.
Acá es cuando empieza una vinculación fuerte entre estas relaciones públicas y la opinión pública, lo cual es una combinación bastante compleja ya que las relaciones públicas se planifican mientras que la opinión pública tiene características difíciles de controlar.
Frente a lo mencionado, obtenemos como resultado, que las relaciones públicas constituyen un proceso largo que sobrelleva una gestión estratégica dirigida a crear y establecer confianza y credibilidad.
Es por esto, que, para lograr constituir una opinión pública beneficiosa para la organización, tenemos que tener en cuenta su sensibilidad social y la transparencia de su situación económica, lo que haga que el público objetivo tenga un conocimiento completo de sus acciones para tener los medios de comunicación convenientes.
Las organizaciones siempre conllevan la obligación de realizar un seguimiento a esos temas, para así observar y llegar a una reflexión sobre los resultados obtenidos, y al mismo tiempo, como afecta la salud de la institución.
Esto se logra empleando técnicas como los sondeos de opinión pública, las cuales identificarán edades, género, religión y estilo de vida, lo que hará que las relaciones públicas sean más eficaces, al momento de realizar la comunicación de la información y que la aceptación por el público sea la más conveniente.
Es primordial tener un alto porcentaje de la opinión pública a nuestro favor, ya que esto refleja un empoderamiento del público clave que es muy necesario, debido a que la opinión pública es el contenido general que tienen las masas sobre la organización y su parecer es difundido por cualquier tipo de medio de información sobre lo que les afecte o favorezca.
Lo obtenido después de que una información sea brindada a la opinión pública es incontrolable. No hay forma de filtrar los razonamientos ni las opiniones que se creen por los sectores de alta influencia en las sociedades.
La opinión pública es determinante en todo el sentido de la palabra en la labor de nuestras vidas; las grandes decisiones por las corporaciones empresariales y políticas, se toman a partir de aspectos fundamentales, que son, en principio el económico y en segundo lugar el de la opinión pública.
Sin ella, es difícil tomar decisiones en el congreso de una nación, incluso hasta en plano familiar de cada hogar, se violarían los derechos humanos en el mundo, y daría lugar a un mundo mudo y sordo.
La opinión pública no es buena ni mala, es sólo una opinión, en la cual el público a través de palabras la describe en base a las emociones de la imagen que tengan de lo sucedido. Hoy en día, las nuevas tecnologías brindan un reto a las Relaciones Públicas, ya que las masas dan a conocer lo que piensan y la manera de actuar ante cada tema, es por ello, que un mensaje construido emitido por un individuo, causa más impacto, que lo que puede resultar de una conferencia de prensa.