Caballito, barrio ubicado en el centro geográfico de la Ciudad de Buenos Aires. Antigua zona de casas quinta de fin de semana habitadas por familias de elite. Su nombre data del 1800 donde la pulpería de Don Nicolás Vila se conviertió en un punto de referencia para los vecinos gracias a su veleta con forma de “caballito”.
En este barrio se encuentra la zona de Caballito inglés, donde se encuentran manzanas de casas construidas por el Banco El Hogar Argentino, por el año 1923 con el fin de ofrecer más accesibilidad a las viviendas. Caballito, barrio residencial, destacado por sus enormes parques, mercados y también… ¿fantasmas?
El barrio porteño es reconocido por ser tranquilo y familiar, pero al parecer no todos sus vecinos piensan igual. En la parte inglesa del barrio, entre las calles Emilio Mitre y Del Barco Centenera se encuentra el Pasaje “La Nave” aquellos que viven en estas cuadras pueden dar Fe de que Caballito no es un barrio tan tranquilo como parece.
Salir a caminar de noche o sacar al perro para que dé una vuelta se volvió un problema, los vecinos afirman que en la calle La Nave habita el espíritu de un fantasma. No hay certezas de su presencia, pero que se existe, existe. Cuentan sus residentes que constantemente se puede percibir la presencia de alguien, que nunca están solos. Los animales se vuelven locos a la hora de salir, se pueden oír sus pasos, ruidos y sentir el como el viento sopla de repente. Ahora bien, quién es este fantasma, es todavía un acertijo a descubrir.
La leyenda cuenta que en la década del ’50 vivía un hombre que ejercía la profesión de obrero en el taller de subtes ubicado a la vuelta de La Nave, éste se había enamorado perdidamente de una mujer, cuyo amor no fue correspondido. Sin éxito de revertir la situación, entró en una profunda depresión y tomó la decisión de quitarse la vida. Como vivía en esta calle su espíritu quedó allí.
Hace años que los vecinos intentan ahuyentar al fantasma, incluso han decidido convocar a expertos en el tema como brujos o los famosos “médium”, que son aquellas personas capaces de comunicarse con los muertos y servir de lazo entre ambas dimensiones. Sin embargo, el espíritu sigue ahí, deambulando, esperando que entre susto y susto se de vuelta su amor.