Su territorio está organizado en 9 provincias. Posee 2798 kilómetros de costa en los océanos Atlántico e Índico. ?Limita al norte con Namibia, Botsuana y Zimbabue, al este con Mozambique y Suazilandia, mientras que Lesoto es un enclave rodeado por el territorio sudafricano. Sudáfrica es conocido por su diversidad de culturas, idiomas y creencias religiosas, por lo que se le conoce como la nación del arco iris. Once idiomas son reconocidos como oficiales por la Constitución de Sudáfrica. Dos de los once idiomas son de origen europeo. Cerró 2017 con una población de 56.522.000 personas, lo que supone un incremento de 902.000 habitantes respecto a 2016, en el que la población fue de 55.620.000 personas. Sudáfrica puede considerarse un país con un número de habitantes significativo, si lo comparamos con el resto de los países, ya que ocupa el puesto número 24 del ranking de 196 estados que componen la tabla de población mundial. El 5,74% de la población de Sudáfrica son inmigrantes, según índican los últimos datos de inmigración publicados por la ONU. Sudáfrica es el 79º país del mundo por porcentaje de inmigración. En 2016, la población femenina fue mayoritaria, con 28.516.302 mujeres, lo que supone el 50,91% del total, frente a los 27.499.171 hombres que son el 49,09%.
La economía de Sudáfrica es la más potente e importante del continente africano, ya que acapara casi un 25% de todo el PIB de continente, y desempeña un papel importante en el desarrollo de la región. Está considerada como una economía de renta media-alta por el Banco Mundial.? La economía sudafricana cuenta con un gran volumen de capital nacional público y privado en estrecha relación con las grandes economías mundiales. Pese a esto, el desempleo es extremadamente alto y Sudáfrica está dentro de los diez países con más desigualdad social según el Coeficiente de Gini, alrededor de un cuarto de la población está desempleada y la misma proporción vive con menos de 1.25 dólares por día. En 2010, se estimaba que la mano de obra total del país ascendía a 17 390 000 personas. En 2007, el 9% de los trabajadores se ocupaba en la agricultura, el 26% en la industria y el 65% en servicios. ?Desde 2004 en adelante, el crecimiento económico ha ido en aumento, tanto en el empleo como en la formación de capital. En el año 2011 fue oficialmente nombrado como uno de los integrantes de los países BRICS. Sudáfrica es un destino turístico muy popular, y una cantidad sustancial de los ingresos proviene del turismo. En 2017 Sudáfrica registró un déficit en su Balanza comercial de 10.885,1 millones de euros, un 3,52% de su PIB, inferior al registrado en 2016, que fue de 14.802,1 millones de euros, el 5,54% del PIB. La variación de la Balanza comercial se ha debido a un incremento de las importaciones pero acompañado de un incremento aún mayor de las exportaciones de Sudáfrica. Si tomamos como referencia la balanza comercial con respecto al PIB, en 2017 Sudáfrica ha ganado posiciones. Se ha movido del puesto 86 que ocupaba en 2016, hasta situarse en la posición 72 de dicho ranking, así pues tiene un saldo de la balanza comercial medio si lo comparamos con el del resto de los países. Si miramos la evolución del saldo de la balanza comercial en Sudáfrica en los últimos años, el déficit ha caído respecto a 2016 como ya hemos visto, al igual que ocurre con respecto a 2007, cuando el déficit fue de13.619,5 millones de euros, que suponía un 6,24% de su PIB.
Los principales socios comerciales de Sudáfrica son China, Alemania, Estados Unidos, Japón, India, Reino Unido, Botsuana y Namibia. El país exporta fundamentalmente metales y piedras preciosas, e importa maquinaria y equipamientos, productos químicos y petroleros y alimentos. En 2015, de manera excepcional, el país tuvo que importar maíz aun siendo el mayor productor de África debido a una severa sequía.
Sudáfrica presenta una balanza comercial negativa. Las exportaciones aumentaron un 5,8% en 2016 respecto a 2015, mientras que el aumento de las importaciones fue del 1%, pero el déficit alcanzó los 2.900 millones ZAR. Sudáfrica sufre la debilidad de su moneda para financiar sus importaciones. Se teme que la ligera subida del precio del petróleo aumente las importaciones y agrave el déficit comercial.