En este tipo de arquitectura se hace muy notoria la proporción, la armonía, la simetría, la perfección técnica y el equilibrio. Es una arquitectura bella. En donde el material fundamental es el mármol. No utilizó arco ni bóveda, es más bien una arquitectura adintelada. Como elemento sustentante usó primeramente la columna.
El edificio más representativo de la arquitectura griega es el templo, del cual se contemplaba más su parte exterior que la interior. Ya que es una significación de las deidades de la cultura griega, por eso en su interior no se realizan celebraciones ni rezos, sino que es por fuera donde se realizan los sacrificios. Este edificio está constituido por una planta rectangular, que se nombra según su número de columnas y su distribución. Poseía tres estancias, de las cuales una era la “naos”, en donde se conservaba una estatua del Dios o la Diosa.
Los elementos destacables de estas construcciones, además de las columnas, son: el entablamento, constituido por el arquitrabe, que servía de dintel; el friso, que se encontraba sobre el arquitrabe; y la cornisa.
Estos templos se construyen según unas normas, conocidas como orden o estilo, que va a asegurar la repetición en todos los templos del mismo estilo.
Los diferentes de órdenes pueden ser: orden dórico, orden jónico y orden corintio. El primero es el más viejo y más sobrio. El jónico es más complejo que el dórico y más fino. Y el orden corintio es más ornamental y moderno.
Los principales templos clásicos que podemos encontrar son: la Acrópolis, Los Propileos, el Partenón, el Templo de Atenea Niké, el Erecteion, el Teseion, el Templo de Segesta y el Templo de las Nereidas en Xanthos. Templos construidos en el centenario del 400 a.C. y refaccionados en la actualidad para visitas turísticas.
Podemos encontrar otras construcciones de la arquitectura griega clásica, como Los Tholoi. Son construcciones religiosas pero no exactamente templos, aunque su finalidad no está totalmente clara. Se construían en santuarios, de forma circular y sobre una krepis, con una sola puerta de entrada y con columnas en el interior. Tienen una combinación de los diferentes estilos.
También está la Linterna de Lisícrates. Tiene un carácter conmemorativo y servía para guardar los trípodes con los que se premiaba a los autores. Se construyó en el 334 a.C. y es uno de los pocos que se conserva hasta el día de hoy. La base es de piedras y sobre la cual hay columnas corintias. La cubierta es de mármol y de orden jónico.
Por otra parte tenemos el Mausoleo de Halicarnaso. Construcción de la que sólo se conservan restos de su estructura.
Y por último tenemos los Teatros y los Estadios. Aparecen en el siglo IV, idénticos a como los conocemos en la actualidad. Se encontraban sobre las faldas de las montañas o colinas, aprovechando el desnivel del terreno. Hoy en día los teatros más importantes que se conservan son el de Delfos, Epidauro, Segesta y Priene. Todos construidos en ese siglo.