24 diciembre, 2024

El objetivo de este informe es describir y analizar la accidentabilidad laboral por género, brindando información que permita pensar los diferentes riesgos laborales a los que se encuentran expuestos hombres y mujeres, adecuando las medidas preventivas en el ámbito laboral. 

• La población objeto de análisis es la de trabajadores del Sistema Único de Seguridad Social, que representan el 86% del total de trabajadores cubiertos, y cuenta con información necesaria de sexo y edad que permite realizar los análisis propuestos.

• En el año 2009, el 66% de la población cubierta analizada son varones, y el tercio restante son mujeres.

• La distribución de varones y mujeres cubiertos según los grupos de edad, es similar. El 1% de hombres y de mujeres tiene entre 14 y 19 años, el 10% entre 20 y 24 años, y llega al 16% los grupos de 25 a 29 años y 30 a 34 años. A partir de estas edades comienza a decrecer a medida que avanza la edad. 

 

• La exposición a los riesgos laborales por actividad económica es diferente entre hombres y mujeres, y dentro de cada grupo dependerá también de la edad.

 

• El 52% de las mujeres de entre 14 y 19 años se encuentra ocupada en comercio restaurantes y hoteles, un 15% en servicios sociales y otra 15% en servicios financieros. A medida que avanzan la edad, se invierte el peso porcentual: a partir de los 35 a 39 años el 55% de las mujeres se encuentran cubiertas en el sector de Servicios Sociales, y el 17% en Comercio. En los últimos grupos etarios el peso porcentual de estas actividades alcanzan el 75% y el 8% respectivamente. 

 

• La distribución de la Población masculina cubierta en las diferentes actividades económicas, es más heterogénea que en el caso de las mujeres. Se destacan los pesos porcentuales de Agricultura, Silvicultura, Ganadería y Pesca  y de la Construcción en el grupo más joven: el 15% y el 13% de los hombres de entre 14 y 19 años están cubiertos en estas actividades. 

• la incidencia de los accidentes in itinere o de trayecto es mayor en mujeres que en hombres: en la población masculina, los accidentes in itinere representan en promedio el 14% del total de accidentes notificados con días de baja laboral. En el caso de la población de mujeres trabajadoras, estos mismos accidentes representan el 28% del total de casos notificados con días de baja.

En el grupo de mujeres a partir de los 24 años, los índices de incidencia se “amesetan” hasta el grupo de 50 a 54 años, variando entre los 25 y los 28 AT/EP cada mil trabajadoras cubiertos, y elevándose por encima del promedio entre los 55 y 59 años

 

• En el caso de los varones, la estructura por edades de los índices de incidencia AT/EP es claramente decreciente conforme avanza la edad del trabajador. 

En la población femenina se destacan dos segmentos etarios por su accidentabilidad: 

• El comprendido entre 14 y 24 años, caracterizado por una población de mujeres jóvenes que están ingresando al mercado laboral, en algunos casos en formación educativa y con escasa experiencia laboral. Se destaca el elevado porcentaje de cubiertas en el sector de comercio, restaurante y hoteles, y las incidencias más altas se observan en “expendio de pizzas, empanadas, hamburguesas y afines, parrilladas y bebidas con servicio de mesa, pizzerías, grills, snack bar, fast foods y parrillas”, “venta de productos en general, supermercados y autoservicios”. 

 

• En el otro extremo, el de mujeres de entre 45 y 59 años con experiencia laboral consolidada, y a la vez con el desgaste propio de la ocupación o el trabajo realizado a través de los años. 

 Administración pública y defensa, e instrucción y enseñanza suman  la mitad de la población cubierta, y mantienen índices por debajo del promedio; en cambio se destacan por su accidentabilidad “servicios de asistencia médica y odontológica prestados por sanatorios, clínicas y otras instituciones similares”,  y “servicios de saneamiento y similares (incluye recolección de residuos, limpieza, exterminio, fumigación, desinfección, desagote de pozos negros y cámaras sépticas, etc”.

 

• Las mujeres con accidentabilidad laboral más altas son las de Mendoza, Río Negro y Neuquén. En las 3 provincias se destaca la accidentabilidad en agricultura: “cultivo de vid” y “cultivo de legumbres y oleaginosas” en Mendoza, y “cultivo de manzanas y peras” en Río Negro y Neuquén. Por su parte, en Mendoza también se destaca  la incidencia de AT/EP en “Fabricación de vinos”, y “Preparación de conservas de frutas, hortalizas”.

 

• Los varones de las provincias de Santa Fé, Córdoba, Buenos Aires, y Mendoza, registran la accidentabilidad laboral más alta.  En Córdoba, Santa Fé y Buenos Aires la mayor accidentabilidad se concentra en “cría de ganado bovino” producción de leche, tambos” e “invernada de ganado bovino”, y en el sector manufacturero la “fabricación y reparación de maquinaria y equipo para la agricultura y la ganadería”, “fabricación de piezas, repuestos y accesorios automotores excepto cámaras y cubiertas” y la actividad vinculada a “mataderos y frigoríficos”. A estas actividades en Buenos Aires se le añade además la accidentabilidad del sector pesquero. En Mendoza, de  un perfil productivo diferente a las 3 provincias ya descriptas, se destaca la accidentabilidad de las actividades vinculadas “cultivo de vid” y “cultivo de legumbres y oleaginosas” y sus manufacturas.

 

La incidencia de accidentes laborales mortales se caracteriza por afectar fundamentalmente a la población masculina. Solo el 6% de los casos mortales son mujeres, y si se excluyen los accidentes in itinere el porcentaje se reduce al 2%. 

• El promedio de edad de las mujeres que sufrieron un accidente de trabajo o enfermedad profesional es de 37 años, y el de los hombres 35 años. 

• El promedio de días con baja laboral para las mujeres alcanza los 29 días, en tanto que para los varones es de 26,5 días. 

• En promedio las mujeres lesionadas por causas laborales tienen un salario menor que los hombres. 

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