25 diciembre, 2024

El insumo básico de la industria petroquímica es, por supuesto, el petróleo crudo o el gas natural. El petróleo tiene una gran variedad de compuestos: de él se pueden obtener por encima de dos mil productos. En las destilerías o las refinerías se elaboran gases, naftas, querosén, gas-oil, fuel-oil, asfalto, coque, etcétera. La fabricación de estos productos dio origen a la gigantesca industria petroquímica. Esta se dedica a producir alcoholes, detergentes, caucho sintético, glicerina, fertilizantes, disolventes y materias primas para fabricar medicinas, nylon, plásticos, pinturas, aditivos y complementos alimentarios, explosivos, tintes y materiales aislantes, entre otros cientos de productos.

Muchos de estos productos –por no decir la mayoría—son esenciales en la vida cotidiana. Lo más curioso es que la industria petroquímica usa sólo un 7 por ciento del total del petróleo que se extrae. De ese porcentaje, el 4 por ciento se destina a la fabricación de plásticos y el 3 por ciento restante está destinado a la elaboración de productos intermedios, que son utilizados por la industria química y otras industrias y para la fabricación de diversos productos finales.

Los químicos derivados del petróleo –petroquímicos– juegan un rol principal en la industria química actual. Recién en 1920 fueron producidos los primeros solventes  petroquímicos. En 1930 se descubrieron el nylon y el  poliuretano. Esos plásticos fueron los precursores de un amplio surtido de materiales artificiales.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) los fertilizantes químicos ayudaron al incremento de la producción de alimentos. El DDT, el primer insecticida sintético, previno la propagación de la malaria, el tifus y otras enfermedades transmitidas por los insectos entre millones de personas. El DDT fue efectivo contra una vasta gama de insectos, aunque hoy fue sustituido por otros productos con un menor grado de toxicidad.

En los siguientes 25 años, la industria química se desarrolló rápidamente. Su tasa de crecimiento excedió la de cualquier otra industria. Esto se debió al hecho de la mayor demanda de plásticos y de otros materiales sintéticos que reemplazaron productos costosos y con menor eficiencia. Para atender a la creciente demanda y para hacer las producciones más económicas, se construyeron muchas y más grandes plantas químicas.

El aumento dramático de los costos del petróleo en 1970 afectó prácticamente a casi todos los países. La industria química depende del petróleo tanto como materia prima y como fuente de energía. Por ese motivo aumentó en gran medida sus costos de producción. Resultados: hubo una gran caída en la demanda de muchos de sus productos. Sin embargo, los químicos tuvieron una notable recuperación de los efectos de la recesión mundial que derivó en un aumento en el precio del petróleo. Las empresas químicas fueron rápidas en hacer la reestructuración de sus actividades al enfrentar los cambios de la demanda y mejorar la eficiencia y productividad.

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