SOLDADURA Y HUMO METALICOS EN EL AMBIENTE DE TRABAJO: El humo de la soldadura contiene contaminantes que pueden dañar las vías respiratorias, los pulmones y el sistema nervioso e incluso provocar cáncer. Los daños son muy graves. En muchos casos los síntomas pueden tardar meses, incluso años, en manifestarse. La prevención pasa por una correcta ventilación del proceso, combinada con el uso de EPP. Un soldador sin protección corre el riesgo de inhalar hasta medio gramo de partículas venenosas durante un turno de trabajo de ocho horas. La intoxicación llegaría a ser de 100 gramos al año, lo que representaría hasta 2,5 kg en 25 años. Los soldadores tienen un 40% más de posibilidades de desarrollar un cáncer de pulmón que cualquier que fuman necesitan mayor protección que los no fumadores. Durante los procesos de soldadura, y también en las operaciones relacionadas con dichos procesos, como por ejemplo cortar o fundir un material, se generan un amplio número de contaminantes a los que el trabajador puede estar expuesto. El tipo de contaminante que se genera depende del tipo de soldadura, del material de aporte (varilla, electrodos, etc). Los posibles accidentes y enfermedades profesionales a los que se expone el trabajador dependen de los contaminantes que se generen. También cabe destacar que un soldador puede realizar su trabajo en un lugar ocupado por otros trabajadores cuyas tareas estarán o no relacionadas con la soldadura. Estas situaciones requieren un buen análisis de coordinación de actividades empresariales para evitar que los riesgos derivados de las operaciones de soldadura afecten a otros trabajadores. LA FIEBRE DEL SOLDADOR: La fiebre por humos de metal es el trastorno agudo de la respiración más común que sufren los soldadores. Es una enfermedad similar a la gripe que dura de 24 a 48 horas. Típicamente es causada por exposición a humos de zinc, pero el cobre, magnesio y cadmio también se conocen como causantes de la fiebre por humos de metal. La exposición aguda a altas concentraciones de cadmio, sin embargo, puede ser más seria, produciendo irritación grave de los pulmones, edema pulmonar e incluso la muerte. La fiebre del soldador es “una afección aguda que se da en trabajadores nuevos y en los que se reincorporan al trabajo después de un período de inactividad. Comienza con mal sabor de boca seguido de sequedad e irritación de la mucosa respiratoria que provoca tos y en casos aislados disnea y rigidez torácica. Estos síntomas pueden ir acompañados de náuseas y dolor de cabeza, y unas 10 a 12 horas después de la exposición, escalofríos y fiebre, que puede ser muy alta. Estos síntomas duran varias horas y van seguidos de transpiración, somnolencia y a menudo poliuria y diarrea. No existe ningún tratamiento específico y la recuperación suele ser completa al cabo de unas 24 horas sin que queden secuelas. Puede evitarse manteniendo la exposición a los vapores metálicos perjudiciales claramente dentro de los niveles recomendados, mediante el empleo de un sistema eficaz de ventilación local por extracción. VENTILACION:
La eficacia de los Equipos de Ventilación Localizada para lograr el control de los humos que se producen en la soldadura hasta reducir la exposición de los mismos a condiciones aceptables, depende de varios factores. Entre éstos: a)Foco contaminante. Determinado por las dimensiones de las piezas que se sueldan, la movilidad del punto de soldeo, el tipo de soldadura y la peligrosidad de los humos, la cantidad de humos producidos por unidad de tiempo, la dirección de emisión con relación a la posición que ocupa el soldador, etc.b)El proceso. Del tipo de proceso dependen las posibilidades de lograr confinamientos más o menos completos del foco contaminante, así como la posibilidad de adaptar los EVL (equipo de Ventilación Localizada) a las instalaciones y máquinas empleadas. c)Actitud del soldador. Se precisa una utilización adecuada de los EVL para que las campanas de aspiración cumplan con la función para la que han sido diseñadas. d)Características de las campanas. Definidas por parámetros básicos como son el tipo, tamaño y diseño, así como el caudal de aire que moviliza. PAUTAS DE PROTECCION PARA SOLDAR. El tipo de protección respiratoria a elegir depende de la clase de contaminación que se haya de evitar y del lugar de uso del equipo. Las variables que determinan la elección del equipo de protección personal son: -El contenido de oxígeno en el aire circundante -El tipo de contaminación, partícula y/o gas -La concentración de la sustancia contaminante -El “valor límite higiénico” de la sustancia contaminante. Sobre el tipo de contaminante influyen: -El material que se suelda y el tratamiento superficial que ha recibido o la forma cómo se ha limpiado. -El electrodo de soldadura utilizado. Los electrodos están clasificados según el humo que desprenden. No obstante, lo que determina la protección respiratoria a elegir es siempre el tipo de contaminantes y su concentración en la atmósfera en que vaya a usarse el equipo. La concentración viene determinada por:-El método de soldadura. La soldadura con electrodo en general desprende la máxima cantidad de humo, seguida del MIG/MAG, la soldadura con plasma y el TIG. -La intensidad de corriente. Cuanto más material sea preciso fundir, más alta será la temperatura y, en consecuencia, mayor cantidad de humo se generará. -La ventilación y extracción de los humos en el lugar de trabajo y el entorno.