Adam Smith explica en su libro “Las Riquezas y las Naciones”, qué es una ventaja absoluta, esto es la habilidad de producir un determinado bien a un costo o cantidad de insumos menor que otro productor. Por lo tanto, un país, empresa o persona, debería importar o vender un bien en el que tiene mayor ventaja, algo que según él se mide en horas hombre, es decir, cuántos horas hombre se necesitan para producir en comparación a otro.
Sin embargo, se debe tener en cuenta la ventaja comparativa que se mide a través de lo que se conoce como frontera de posibilidades o costo de oportunidad, analizando el sacrificio real de la producción de un bien a cambio de especializarse en otro más rentable, osea, si deja de fabricar cierto producto para enfocarse en otro, qué tan baja es realmente el costo de producción con respecto a otros países, ¿vale la pena?.
En el caso de la economía de Argentina, esto sería la eficiencia en la producción de un bien especifico, algo que si se aplicara podría ser beneficioso no solo para el país sino también para los países con quienes se realice el intercambio. Es verdad que Argentina posee múltiples acuerdos comerciales, sin embargo, aún hay industrias que generan productos a un costo mayor que si se importaran de manera directa en vez de enfocarse en producir bienes de menor costo, los cuales podría vender y exportar a cambio de otros productos que son costosos de fabricar dentro el país. Esto es algo que en países de la unión europea se ha aplicado con éxito como es el caso de España e Italia, que intercambian cuero y zapatos. Para España es más rentable producir cuero pero costoso fabricar zapatos, caso contrario para Italia, por ende el país español vende cuero a los italianos y ellos les venden sus zapatos, de esa manera se enfocan solo en el producto que es más benéfico para ambos en cuanto a costo de producción.
La actual economía podría beneficiarse en este tipo de intercambio comercial en sectores como por ejemplo, los celulares, que actualmente poseen un valor de producción más alto que en muchos otros países del mundo, lo que actualmente está produciendo una fuga de capital, ya que las personas optan por comprar este aparato en tiendas online extranjeras o cruzando las fronteras para adquirirlo. Lo ideal sería llegar a un acuerdo comercial donde otro país importara a Argentina este producto para un valor más razonable de venta, a cambio de exportarle un producto rentable de producir en el país y costoso para el otro.