27 diciembre, 2024

Machu Picchu joya de la arquitectura incaica, es una de las maravillas del mundo. Su carácter se expresa el talento constructivo del hombre en conjunción con el imponente paisaje, y precisamente por ello, la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad, por su doble condición de exponente cultural y natural. Posteriormente, en concurso internacional, Machu Picchu fue incluido en la lista de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo
Machu Picchu durante la época inca (1438-1534)

En 1440 cuando Picchu fue conquistada por Pachacuteq el primer emperador Inca, fue éste quien en 1450 mando construir un complejo urbano con edificaciones civiles y religiosas de gran lujo como refugio de lo más selecto de la aristocracia incaica, un lujoso y bien cuidado mausoleo para recibir los restos del monarca Pachacutec primer Emperador Inca (1438-1470). Sin embargo, también esta era utilizada como Aldea o residencia vacacional del “Emperador Inca” algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial demostrarían que ésta fue usada como santuario religioso.
La fortaleza fue ubicada en la vertiente oriental de la cordillera del Vilcanota, una visita al corazón del Imperio Inca y la cultura andina y colonial. Con la magnífica «Ciudad Perdida de los Incas», Machu Picchu a unos 80 km del Cusco, la capital del Tahuantinsuyo. Su estratégica situación geográfica fue elegida con admirable acierto. Rodeada de profundos acantilados y alejada de la vista de extraños por una enmarañada selva, la ciudad de Machu Picchu poseía la cualidad de tener una sola y angosta entrada, lo que permitía, en caso de un ataque sorpresivo, ser defendida por muy pocos guerreros.
Se cree que la población en Machu Picchu fue entre 300 y 1000 habitantes pertenecientes a la panaca de Pachacuteq, era un lugar desconocido para las castas inferiores y sus rutas prohibidas para cualquiera que no formara parte del pequeño círculo del Inca.
Dentro de los valles que formaban la región del valle se encuentran los centros administrativos de Patallacta y Quentemarca los cuales favorecían a Machu Picchu por sus sectores agrícolas y así brindaban alimentos a la población.
Al morir Pachacuteq todas sus propiedades pasaron a ser administradas por su panaca y comenzó un nuevo gobierno del inca Túpac Yupanqui (1470-1493) y Huayna Capac (1493-1529).
Machu Picchu entre la colonia y la república
Tras la caída de Vilcabamba en 1572, Machu Picchu se mantuvo dentro de la jurisdicción de varias haciendas coloniales que cambiaron de propietarios durante los tiempos de república. En 1865 durante los viajes que realizo el naturalista Antonio Raymondi paso al pie de las ruinas sin darse cuenta de las grandes construcciones que ahí existía. Sin embargo en 1867 Augusto Berns no solo descubrió las ruinas sino que fundó una empresa minera «Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca» para explotar los tesoros que ahí se albergaban.
Luego entre 1867 y 1870 durante el gobierno de José Balta, la compañía operó en la zona y vendió todo lo que encontró a coleccionistas españoles y norteamericanos. Es así que en 1870 Harry Singer coloca por primera vez un mapa con la ubicación del Cerro Machu Picchu y llama al Huayna Picchu como «Punta Huaca del Inca».
Luego se realiza un segundo mapa en 1874 elaborado por el alemán Herman Gohring donde ubica y menciona a ambas montañas en un sitio exacto. En 1880 Charles Wiener un explorador francés confirma la existencia de restos arqueológicos en el lugar y anulan la posibilidad de llamarla «ciudad perdida».

Redescubrimiento de Machu Picchu (1894-1911)

El 24 de Julio de 1911, llega a Machu Picchu el norteamericano Hiram Bingham guiado por un sargento de la guardia civil apellidado Carrasco, Bingham quedó impresionado al ver tanta maravilla.
Al parecer el sector agrícola de Machu Picchu estuvo deshabitado y por tanto fueron tierras de interés para los pobladores que realizaban cultivos; pero sus sectores urbanos no fueron ocupados por agricultores sino por la vegetación de un bosque nuboso.

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