24 diciembre, 2024

La enfermedad de Ménière es una anomalía en el oído interno que causa mareos fuertes (vértigo), timbre o silbido en el oído (tinnitus), pérdida de audición y una sensación de que el oído está lleno o congestionado. Por lo general, la enfermedad de Ménière afecta un solo oído.

Puede haber ataques de vértigo que aparecen de repente o después de un corto período de tinnitus o de audición amortiguada. Algunas personas tienen un ataque de vértigo sólo de vez en cuando. Otras personas pueden tener muchos ataques más seguido durante un período de varios días. Algunas personas con enfermedad de Ménière tienen vértigo tan extremo que pierden el equilibrio y se caen. Estos episodios se llaman “crisis de caída” (crisis otolítica de Tumarkin).

La enfermedad de Ménière se puede presentar a cualquier edad, pero es más probable que ocurra en adultos entre 40 a 60 años de edad. El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) calcula que actualmente hay unas 615,000 personas diagnosticadas con la enfermedad de Ménière y que cada año se diagnostican 45,500 nuevos casos.

Los síntomas de la enfermedad de Ménière resultan de la acumulación de líquido en una porción del oído interno conocida como el laberinto . El laberinto contiene los órganos del equilibrio (los conductos semicirculares y los órganos otolíticos) y de la audición (la cóclea). Tiene dos secciones: el laberinto óseo y el laberinto membranoso. El laberinto membranoso está lleno de líquido endolinfático. Cuando el cuerpo se mueve, el líquido endolinfático en los órganos del equilibro estimula los receptores nerviosos para que envíen señales al cerebro sobre la posición y el movimiento del cuerpo. En la cóclea, el líquido se comprime en respuesta a las vibraciones del sonido, lo que estimula a las células sensoriales que envían señales al cerebro.

En la enfermedad de Ménière, la acumulación del líquido endolinfático en el laberinto interfiere con las señales de equilibrio y audición normales que van del oído interno al cerebro. Esta anomalía provoca vértigo y otros síntomas de la enfermedad de Ménière.

Existen muchas teorías acerca de lo que ocurre para causar la enfermedad de Ménière, pero no hay respuestas definitivas. Algunos investigadores creen que la enfermedad de Ménière es el resultado de constricciones en los vasos sanguíneos de manera similar a las que causan las migrañas. Otros piensan que la enfermedad de Ménière puede ser consecuencia de infecciones por virus, alergias o reacciones autoinmunitarias. Debido a que la enfermedad de Ménière parece darse en familias, también podría ser el resultado de variaciones genéticas que causan alteraciones en el volumen o la regulación de líquido endolinfático.

Aún no existe una cura para la enfermedad de Ménière, pero su médico podría recomendar algunos de los siguientes tratamientos:

  • El síntoma más incapacitante de un ataque de la enfermedad de Ménière es el mareo o vértigo. Ciertos medicamentos que requieren receta médica, tales como meclizina, diazepam, glicopirrolato, y lorazepam, pueden ayudar a aliviar los mareos y disminuir la duración del ataque.
  • Restricción de sal y uso de diuréticos.Reducir la sal en la dieta y tomar diuréticos ayudan a algunas personas a controlar los mareos. Esto ocurre porque se reduce la cantidad de líquido que el cuerpo retiene, lo que puede ayudar también a disminuir el volumen de líquido y la presión en el oído interno.
  • Otros cambios en la alimentación y en el comportamiento.Algunas personas indican que la cafeína, el chocolate y el alcohol empeoran sus síntomas y los evitan o limitan en su dieta. Dejar de fumar también puede ayudar a disminuir los síntomas.
  • Terapia cognitiva.La terapia cognitiva es un tipo de psicoterapia (terapia de diálogo) que ayuda a las personas a darse cuenta de cómo interpretan y reaccionan ante las experiencias de vida. Algunas personas encuentran que la terapia cognitiva les ayuda a enfrentar mejor la naturaleza inesperada de los ataques y les reduce la ansiedad sobre futuros ataques.
  • Inyectar el antibiótico gentamicina en el oído medio ayuda a controlar el vértigo. Sin embargo, debido a que la gentamicina puede dañar las células ciliadas microscópicas en el oído interno que nos ayudan a oír, el riesgo de pérdida de audición aumenta significativamente. Algunos médicos prefieren inyectar un corticoesteroide en lugar de la gentamicina, ya que los corticoesteroides a menudo ayudan a reducir los mareos y no tienen ningún riesgo de pérdida de audición.
  • Tratamiento con pulsos de presión.La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) recientemente aprobó un aparato para la enfermedad de Ménière que se ajusta al oído externo y envía pulsos intermitentes de presión de aire al oído medio. Los pulsos de presión de aire parecen actuar en el líquido endolinfático para evitar mareos.

 

  • Cirugía .Cuando todos los demás tratamientos para aliviar el mareo han fallado, se puede recomendar una cirugía. Algunas cirugías se realizan en el saco endolinfático (ver imagen 2) para descomprimirlo. Otra posible cirugía es cortar el nervio vestibular, aunque ésta se hace con menos frecuencia.
  • Medicina alternativa. Aunque los científicos han estudiado el uso de algunas terapias médicas alternativas para tratar la enfermedad de Ménière, todavía no hay evidencia sobre la eficacia de dichas terapias como la acupuntura o acupresión, el tai chi o suplementos de hierbas como el ginkgo biloba, la niacina, o la raíz de jengibre. Asegúrese de informar a su médico si usted está usando terapias alternativas, ya que a veces pueden afectar la eficacia o la seguridad de los medicamentos convencionales.

 

 

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