La relación entre los habitantes de Polonia y Hungría a través de la historia ha sido un ejemplo de amistad y fraternidad. Consultado el profesor Gabor Lagzi, historiador polaco, admitió que la amistad entre estos dos países es un fenómeno. La compara a dos árboles de roble que crecen separados pero están unidos por sus raíces.
No se puede determinar con exactitud el origen de esa unión a través de la política, la cultura y la economía. Los hechos más importantes se refieren a la historia de los monarcas que compartieron durante la edad media, los tronos de ambos países. Por ejemplo: el rey Húngaro Luis el Grande fue heredero del trono polaco porque el rey Casimir III murió sin dejar herederos. Cuando el Luis el Grande murió su hija Jadwiga, se convirtió en la primera reina de Polonia. Hubo otro húngaro que llegó a reinar en Polonia como resultado de una elección, el príncipe Transylvano Istvan Bathori.
En 1848 el general polaco Jozef Bem fue considerado un héroe nacional en ambos países a pesar de que era de origen polaco. Había luchado en el levantamiento de Polonia contra el imperio Ruso y el de Hungría contra el imperio Austriaco.
Las relaciones entre los dos países además de afianzarse a través de los reyes y héroes compartidos se reforzaron por matrimonio en la edad media lo cual ayudó a ambos al luchar unidos en las batallas.
Según la opinión de Laczi durante la segunda guerra mundial la amistad se afianzó a pesar de que Hungría estaba afiliada con el Eje y Polonia con los Aliados.
En 1939, después de la invasión nazi a Polonia, Hungría recibió más de 100.000 refugiados polacos. Las autoridades polacas no recibieron con agrado esta noticia. De todas maneras, los refugiados polacos estuvieron seguros hasta la ocupación Alemana de Hungría, cuyos habitantes sentían una gran simpatía por los polacos.
A través de la ocupación alemana tanto Polacos y Húngaro, especialmente los Judíos fueron ejecutados y deportados a los campos de concentración.
En 1956, como resultado de la Revolución Húngara contra la dominación de la Unión Soviética, se produjo una importante derrota de los rebeldes Húngaros. El pueblo Polaco pudo devolver el favor a los Húngaros enviando municiones, suministros y sangre para los heridos.
Debido a esto el parlamento Húngaro declaro el 2016 como el año de la solidaridad Hungaro-Polaca para conmemorar el 60 aniversario del levantamiento. Actualmente el 23 de marzo, Día de la amistad Polaca-Húngara, se celebra anualmente en una ciudad de Hungría en años pares y en Polonia en años impares. Concurren los políticos más importantes de ambos países para la celebración y todas las personas declaran “Somos amigos para siempre”.
Fuente:
http://www.bbc.com/travel/story/20170210-two-countries-as-close-as-brothers