22 diciembre, 2024

Parque Nacional Los Alerces

Al llegar al Parque nos informaron sobre las actividades que podemos desarrollar como pesca, trekking, cabalgatas y canotaje. la práctica de esquí acuático y moto de agua no están permitidas por ser contaminantes.

Para informarnos como y donde realizar estas actividades pasamos por el Centro de Interpretación atendido por Guardaparques. Encontramos en este lugar un Museo de la Naturaleza que es un resumen de la flora y la fauna del Parque Nacional.

Allí nos registrarnos por seguridad, ya que los senderos presentan distintos grados de dificultad.

Villa Futalaufquen, es donde se encuentra asentada la Intendencia y el área administrativa. Posee una Escuela Primaria de doble jornada, estación de Servicio, teléfono, sala de primeros auxilios y locales donde proveerse de alimentos, casas de los Guardaparques y de algunos pobladores. En la Capilla de la Virgen del Lago se realizan Bautismos y Casamientos.

Salimos de Puerto Limonao (nombre de un antiguo poblador). El lago Futalaufquen tiene una superficie de 7800 has. Y una profundidad media de 150 mts. Pasamos por Punta Brava donde se produce una desembocadura de vientos muy intensa y debemos tener precaución. A la altura de Punta Matos llegamos al Rio Arrayanes uno de los ríos más lindos de nuestra Patagonia.

Allí encontramos colonias de cauquenes, un Martín Pescador y algunos coipos.

Este lago es de color verde esmeralda debido a distintos factores naturales, como el plancton de su lecho y la gran vegetación existente en las márgenes del mismo, pero principalmente por la gran cantidad de sulfato de cobre en suspensión. Sus aguas cristalinas nos permiten observar salmones.

Luego de navegar 3 kms. Llegamos a Lago Verde, uno de los más pequeños donde desembarcamos en Puerto Mermoud, nombre del ultimo poblador de esta zona.

Desembarcamos para realizar nuestra primera caminata, observamos un cordón de montañas denominado Alto del petizo. También parte de la flora nativa y la introducida.

Al mediodía embarcamos nuevamente para Puerto Chucao, en el Lago Menéndez, uno de los más extensos de los 14 lagos que componen la cuenca.

Navegamos 22 kms. Atravesando el canal sur de la Isla Grande ubicada en el centro del Lago, pudimos observar desde la base el imponente Glaciar Torrecillas, ubicado a una altura de 2253 mts. sobre el nivel del mar. Este Glaciar tiene una edad aproximada de 15.000 años y se trata de un Glaciar colgante en pleno retroceso. Nos llama la atención su lengua de descarga que llega hasta una laguna pequeña desde donde nace un pequeño rio desembocando al Lago Menéndez. Desde allí avistamos a los cóndores andinos de 3 mts. Con las alas desplegadas planeando encima del Glaciar.

Continuamos la navegación por el brazo norte, y llegamos a Puerto Sagrario, y comenzamos una caminata en la Selva Valdiviana observando los imponentes Alerces Milenarios que fueron el motivo por el cual se crea este Parque.

Llegamos al corazón del Área Intangible del Parque Nacional. Desde aquí existen dos alternativas: una caminata larga de 2 kms. Con grado de dificultad media ascendiendo por escalinatas para luego descender y encontrar puntos panorámicos donde sacar fotos. No llamo la atención la tierra que pisamos formada por un colchón natural de turba de unos 3 mts de profundidad.

Este circuito fue estudiado minuciosamente así que cuidamos de no tocar absolutamente nada para no alterar su ecosistema, caminando en silencio escuchando los sonidos de esta sagrada naturaleza, respirando este aire lleno de fragancias del frondoso sotobosque.

Atravesamos un túnel de coihues llenos de hongos como nudos del Llao Llao, musgos, líquenes y lianas. En penumbra seguimos caminando ascendiendo el sendero por escaleras bien construidas llegando al primer balcón del Lago Cisne

Y la caminata corta por donde volvimos de 100 mts de longitud donde observamos parte del sotobosque y encontramos un Lahuan de 2600 años.

Su altura puede alcanzar los 60 mts. Y su corteza es de color grisáceo. Sus flores son piñas muy pequeñas, reproduciéndose por semillas.

Cansados pero felices de haber llegado a la meta para conocerlos, hoy debemos estar orgullosos por salvaguardar uno de los únicos bosques de Alerces del mundo.

Lucia Luis

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