22 diciembre, 2024

Uno de los actos de empresa que cada vez cobra más importancia es el desayuno de trabajo. El aspecto positivo de esta circunstancia es que se suele crear un ambiente algo más informal que, incluso, puede favorecer que se obtengan mejores resultados.  El secreto para que esto ocurra, sobre todo en el caso del desayuno, es encontrar el entorno ideal y, por supuesto, cuidar hasta el último detalle en la organización para que se puedan combinar perfectamente las dos acciones: trabajar y desayunar. Cuando una empresa quiere ofrecer algún tipo de reunión informal con los medios de comunicación o con algún otro tipo de asistentes, como empresarios, empleados, estudiantes, proveedores, etc. El lugar de celebración  de un desayuno de trabajo puede ser en las instalaciones de la empresa (sala de reunión, el comedor, etc.) o fuera de ellas, por ejemplo: una cafetería, en el salón de un hotel.

 

El horario más habitual suele ser desde las 8 – 8,30 de la mañana hasta las 10, aproximadamente. En otros países, como los europeos se suele adelantar un poco el desayuno y el horario puede ir de 7 – 7,30 de la mañana hasta las 9 – 9,30.

En la entrada del salón debería  haber un recepcionista que acompañara a cada invitado a su respectivo lugar en la mesa y se los puede proveer de una carpeta institucional de la empresa con el temario a tratar.

Como cortesía,  la misma  carpeta contendrá hojas en blanco y lapiceras, ambas con el logo de la empresa, para que se las utilice para tomar nota y realizar un diagrama de lo expuesto en el reunión con el objetivo de lograr una mayor comprensión personal luego de haber terminado el desayuno.

Las personas que participan de forma activa, o los protagonistas de estos desayunos de trabajo deben medir sus tiempos de intervención para no alargar el acto más de la cuenta. Si se admiten preguntas, también hay que estar atentos al tiempo transcurrido. Se pueden extender durante 2 ó 3 horas e, incluso, enlazarse de alguna forma con un almuerzo ligero.

El desayuno ofrecido puede ser continental, americano, tipo buffet o simplemente se puede ofrecer un café o té. Todo depende del criterio seguido por los organizadores y de los objetivos que quieren conseguir.

Si hay invitados especiales, por ejemplo invitados extranjeros, es posible que el desayuno se adapte, como muestra de cortesía, a los gustos propios de estos invitados especiales.

  • Desayuno continental

Uno de los más clásicos: jugo, café o té, rebanadas de pan tostado, mermelada y mantequilla.

  • Desayuno europeo

Es muy similar al desayuno continental, pero se le suele añadir algunas piezas de panaderia tipo croissant, palmera, mini ensaimada, etc.

  • Desayuno americano

Jugo natural de naranja, café o té, tostadas con mantequilla, mermelada, huevos fritos, revueltos o pasados por agua y bacon. Algunos hoteles añaden algún otro tipo de carne como unas salchichas o varios tipos de fiambre.

 

  • Desayuno buffet

Además de todos los alimentos servidos en los desayunos mencionados anteriormente, se suelen ofrecer más opciones: alguna variedad de queso, fiambres diversos, cereales, pastas, algún tipo de tarta, bizcocho o cake, rosquillas, frutas variadas, yogur o algún producto lácteo similar, etc.

Para organizar un desayuno de trabajo el salón debe disponerse  con una decoración sencilla integrada fundamentalmente por una excelente iluminación, ventanas amplias con cortinas de color blanco que permite la entrada de luz natural, una mesa ovalada de madera con sus respectivas sillas, una pantalla, un proyector, suficientes enchufes necesarios en el caso de que los invitados lleven aparatos que necesiten electricidad o varias mesas dependiendo de la cantidad de gente que asista , pero siempre teniendo en cuenta de dejar espacio para notebooks, anotadores, lápices y otros elementos que se utilicen para trabajar. A diferencia de un almuerzo de negocios, aquí no sólo charlarán, también escribirán, se moverán e intercambiarán papeles.

Si no hay lugar suficiente en la mesa, se puede optar por desayunar primero y trabajar después, dejando sobre la mesa buffet las jarras con bebidas y algunos bocados, para que alguien se sirva si lo desea.

Si se opta por esta situación, mientras todos desayunan, se puede mostrar una presentación en pantalla sobre el tema a trabajar, o si al encuentro asisten personas de otros sectores o sucursales de la empresa, es el momento de presentarlas, de lo contrario, cuando todos estén sentados a la mesa, se pueden hacer las presentaciones pertinentes.

 

En la mesa del desayuno de trabajo, no será necesario colocar centros de mesa. Se dispondrá de un plato, tenedor y cuchillo (de postre o buffet) en cada lugar. Si fueran necesarios otros cubiertos, se agregarán en el momento. En el ángulo superior derecho deben ir las tazas de té con su plato y cuchara, correctamente hacia la derecha del comensal. Delante, en el medio del lugar, la copa o el vaso. Sobre el plato o a la derecha del lugar, la servilleta.

Idealmente, se prepara un aparador o mesa auxiliar con platos, tazas con sus platos y cucharas. Además, se colocarán las fuentes de comida, las fuentes calientes sobre rechauds, la fruta preparada y el servicio de bebidas.

Los panes, bocados, etc., deben ir calientes y cubiertos con las carpetas para este fin. La manteca, mermeladas, etc.  se ubicarán sobre la mesa. Esto permitirá que cada persona pueda mantener su propio ritmo, que cada uno se sirva lo que quiera comer, y todos se sientan más cómodos.

Las fuentes deben reemplazarse por otras llenas antes de que estén completamente vacías. Los camareros atenderán continuamente las bebidas.

Si los camareros sirven los platos calientes (huevos, omelettes, fiambres, etc.) deben llevarlos hacia la mesa del comensal, colocando el plato en el centro, corriendo hacia la izquierda el que ya está sobre la mesa.

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