El vino argentino es el que se produce principal y tradicionalmente en las provincias de Mendoza, San Juan, Salta, La Rioja, Córdoba, Catamarca y en las últimas décadas han comenzado a elaborarse en Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Santa Fe.
El vino es la bebida nacional de Argentina. La Argentina es el mayor productor de vino de Latinoamérica y el quinto mayor productor en todo el mundo, así como el noveno exportador a nivel global. ? La calidad del vino argentino ha venido creciendo sin detenerse en los últimos años, ganando terreno en el mercado mundial: sólo en 2010 las ventas al exterior alcanzaron los USD$ 650 millones, lo que implicó un alza del 17% en relación con el 2009, marcando un récord histórico.
Desde hace un tiempo pareciera que las bodegas compiten por ver quién tiene el viñedo ubicado a mayor altura, a tal punto que es un ítem que se especifica en las etiquetas, o hasta llega a formar parte del nombre del vino.
La vid es una planta luchadora, aguerrida, que soporta condiciones de stress que para otros vegetales serían letales. Ya sea por temperaturas bajas, por temperaturas altas, por deficiencia hídrica o por diferentes alturas de plantación, que van desde el nivel del mar, hasta los tres mil metros. Muy posiblemente en climas muy cálidos, se obtengan vendimias ricas en azúcares y pobres en acidez, y a la inversa en el otro extremo.
En esos escenarios juegan un papel central las diferentes variedades, ya que algunas son de ciclo de maduración corto, medio, o largo, adaptándose mejor en cada caso a las distintas condiciones. Siempre las uvas tintas, necesitarán mayor tiempo de insolación que las blancas, debido a la síntesis de los polifenoles. Se trata de un delicado balance por el cual el equipo agronómico de la bodega presta especial atención, y lo lleva a la búsqueda de la mejora continua.
Y uno de los factores fundamentales para la viticultura de calidad, es la amplitud térmica, aquella por la que durante el día la vid “trabaja”, y de noche “descansa”. Entiéndase por estos términos días calurosos, y noches más bien frescas, para que en el primer caso la vid incorpore una serie de elementos cualitativamente importantes para el futuro vino, y de noche logre “fijarlos”, sintetizarlos en las uvas, y no perder componentes por un exceso de actividad.
viñas de altura con mayúsculas sólo se encuentran en dos de ellas. Se trata de fincas a más de 1500 metros sobre el nivel del mar ubicadas en Salta (Colomé, 1750 metros; Cafayate, 1600 metros) y Catamarca (Fiambalá, Tinogasta y Santa María, de 1500 a 1750 metros). A mayor altura, más y mejor radiación solar, y así la amplitud térmica es mayor (días más calurosos y noches más frescas). Se conoce como la «bendita amplitud térmica» a la que produce un clima ideal para el desarrollo de las vides.
En las alturas los vientos limpian el aire, la vegetación goza de excelente salud gracias a la ausencia de pesticidas, los suelos son más pobres y pedregosos y las aguas provenientes de los deshielos destilan pureza. Además, las lluvias suelen ser escasas.