Según se informa en las noticias de esta semana el rubro inmobiliario y automotriz han registrado otro mes con una marcada tendencia en aumento, esto se debe en gran parte al comportamiento del “Dólar atrasado”, así como también al resultado del blanqueo de capitales.
En este caso compararemos el comportamiento de las crecientes ventas del mercado automotriz con la realidad del sector durante los cambios de las políticas económicas.
Durante los últimos años, las plantas automotrices han sufrido los vaivenes de las diferentes tendencias económicas del país, desde la política proteccionista del gobierno anterior, durante las cuales las restricciones cambiarias imposibilitaban en algunos casos el abastecimiento interno de autopartes (afectando directamente a la producción), hasta la actual política del gobierno el cual incluye desde la llamada “Ley de autopartes” hasta la apertura del mercado cambiario con un “dólar barato” y la promoción del “plan español de producción” el cual contempla desde 2017 a 2023 un plan de producción de 1.000.000 de unidades por año, todos estos factores se reflejan como una esperanza para el mercado automotriz, el cual actualmente goza de esta tendencia positiva.
Ahora bien, la realidad de puertas adentro o desde el punto de vista de las casas matrices, es un poco diferente, respecto al resto del mundo, la Argentina sigue siendo un país “caro” para la producción automotriz, los costos de fabricación son mucho más altos que en otros países de la región, con lo cual las automotrices deben lograr reducir costos a fin de ser competitivas con respecto a sus contrapartes en el resto del mundo.
Esta situación lleva a que se produzcan situaciones de reacomodamiento de personal, suspensiones, retiros voluntarios o aun peor despidos.
Se estima que el costo de producción de un vehículo en argentina es el más caro de la región, la gran carga tributaria que enfrentan las automotrices genera que nuestro país sea líder en el alto costo de fabricación siendo por ejemplo un 50% más económico producir un auto en Brasil que en la Argentina. A esto debemos sumarle que un 70% de los insumos de fabricación son de Origen importado, con lo cual, la creciente necesidad de abastecimiento más el costo por importación, sumado a los impuestos finales del productos hacen de esta situación un cóctel solamente posible para un grupo muy reducido de consumidores.
De todas formas, en este momento la tendencia respecto al dólar ayuda a la mejora del sector, las ventas así lo demuestran.
En mayor medida, la preferencia de los consumidores son los vehículos de origen importado, lo cual tampoco contribuye a la reactivación local de la producción.
El gremio que nuclea a los trabajadores de la industria automotriz (SMATA) ha cerrado un acuerdo paritario que gira en torno al parámetro de inflación medida por el INDEC, el acuerdo del 25,6% se realizara en cuatro tramos, este acuerdo se da en un marco en el que aun las automotrices continúan con medidas de mitigación para evitar los despidos, pero tendientes a mejorar su competitividad en el mercado automotriz mundial.
Según mi punto de vista, es importante seguir evaluando el comportamiento del mercado para conocer cuáles serán las mejoras que puedan representar estas acciones en la incertidumbre de la industria nacional, mientras el mercado de Brasil no logre una estabilidad Politico-economica, la industria automotriz argentina deberá desplegar su creatividad para la mejora en el mercado interno y la búsqueda de nuevos mercados.