17 noviembre, 2024

«La tasa de desocupación subió a 9,2% en el primer trimestre de 2017»

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió datos preocupantes sobre la evolución del empleo en Argentina: la tasa de desempleo subió a 9,2% en el primer trimestre de este año, con un alza de 1,6 punto porcentual respecto del cuarto trimestre de 2016 cuando había sido de 7,6 por ciento.

Este incremento obedeció a la destrucción de puestos de trabajo en el período y, en menor medida, a que más personas estuvieron dispuestas a buscar una ocupación rentada, lo que se observó en el aumento de dos décimas en la tasa de actividad, que se situó en 45,5%, desde los 45,3% del último trimestre del año pasado.

La tasa de actividad es el cociente entre la población económicamente activa (que trabaja o es desocupada pero busca empleo) y la población en edad de trabajar.

El  desempleo es uno de los mayores problemas que tiene la Argentina actual, día a día podemos observar el aumento de la tasa de desocupación que tiene nuestro país; Las cifras actuales nos ponen frente a una dura realidad.

  • Para poder interpretar de una mejor forma el desempleo nos será útil ampliar los siguientes conceptos:

El término desempleo alude a la falta de trabajo. Un desempleado es aquella persona que forma parte de la población activa (es decir, que se encuentra en edad de trabajar) y que busca empleo pero no lo consigue. Esta situación se traduce en la imposibilidad de trabajar pese a la voluntad de la persona. 
La tasa de desempleo, mientras tanto, es el indicador que mide la relación existente entre el número de desempleados y la población activa total. Es decir, cuántas de cada cien personas que quieren trabajar no pueden. Esta tasa mide el porcentaje de desempleo dentro de la población activa y su cálculo, como se deduce por la definición, se realiza dividiendo la población desempleada entre la población activa y multiplicando por cien el resultado.

Los principales tipos de desempleo que existen:

Desempleo cíclico o coyuntural:

La actividad empresarial está sujeta a los vaivenes de la iniciativa privada, por lo que las fases de expansión y recesión de la economía afectan al número de parados. El desempleo cíclico aumenta sustancialmente durante las épocas de recesión, debido al empeoramiento de las condiciones económicas; mientras que disminuye en las etapas de expansión, debido a la mejora de la economía.

Desempleo estacional:

Este tipo de desempleo tiene su razón de ser en la existencia de ciertas actividades profesionales que sólo requieren mano de obra en determinadas épocas del año. La única alternativa para suavizar este tipo de desempleo está en la diversificación de la estructura productiva, con el objetivo de no depender excesivamente de las actividades estacionales.

Desempleo estructural:

Este tipo de desempleo se explica por los desajustes entre la oferta y la demanda de trabajo: los empresarios buscan un perfil profesional que no puede ser cubierto con la demanda de empleo existente. Es un tipo de desempleo muy preocupante, ya que tiende a perdurar en el tiempo debido a la inadecuación técnica de los trabajadores con respecto a las vacantes o al exceso de solicitantes de un determinado puesto de trabajo en relación a las vacantes.

Desempleo friccional:

Este desempleo es muy peculiar, ya que es voluntario. Se refiere a personas que, pudiendo estar trabajando, desean tomarse un tiempo para descansar, estudiar o encontrar un puesto de trabajo mejor que el anterior, por ejemplo. Nos referimos, por ejemplo, a personas desempleadas tras dejar un trabajo para criar a sus hijos, a la gente que se muda a una nueva ciudad y no tiene trabajo cuando llega o a los que salen a buscar trabajo tras haber estado estudiando.

  • Dicho esto y para finalizar, analizaremos las causas del desempleo en Argentina:

Los cambios estructurales en los modos de funcionamiento de la economía argentina en los años 90 vinieron unidos a importantes cambios en el funcionamiento del mercado de trabajo. El programa de ajuste estructural, denominado «plan de convertibilidad» cuyo principal objetivo fue desarrollar una estrategia que permitiera cumplir con las obligaciones financieras internacionales, y al mismo tiempo producir un proceso irrestricto de apertura de la economía argentina, fue el principal factor que aceleró las tensiones previamente existentes en el mercado de trabajo argentino.

La apertura irrestricta de la economía produjo el cierre de establecimientos que no pudieron adecuarse a las exigencias de la competencia externa, la reforma del estado implicó la pérdida del poder contrabalanceador que ejercía éste en la absorción de empleo, las reformas monetarias y particularmente, las ligadas a la fijación de altas tasas de interés no facilitaron la reconversión de aquellas unidades productivas que necesitaban encarar una reestructuración para hacer frente a la competencia externa. Por último, la ausencia de criterios orientadores para la incorporación de cambio tecnológico, sumado al descenso abrupto en los costos de los bienes de capital, produjeron una sustitución de trabajo por capital.

 

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