Esto nos lleva a analizar la economía de los argentinos y cuáles son las fallas que han venido incrementando con el pasar del tiempo, cosa que para la mayoría ya no es novedad y los motivos por los cuales salir del país para adquirir los productos más baratos se vuelve una realidad constante.
El incremento de precios y la búsqueda de otros productos que sustituyan el deseado, pero a menor precio se hace cosa de todos los días, para garantizar la economía del hogar, ya que, los argentinos saben que los productos tienen un incremento de siete veces más de lo que antes costaba o de lo que el productor lo vendió para su distribución.
Al verse afectada la economía del país, con los incrementos en sus productos, los productores reclaman en la calle por medio protestas o por medios de comunicación. Los reclamos de este sector, fundamentan que la única ayuda que se ha recibido para abaratar los precios, ha sido para los grandes empresarios y no para los pequeños.
En todo el mundo los productores ganan menos, trabajando más, que aquellos que nos venden productos en los supermercados, no es raro verlos en noticieros o en las calles protestando por una ayuda del gobierno, tanto para regular los precios, como una ayuda para poder producirlos, ya sea, con bonos o créditos para pequeños productores.
En una zona el mismo producto puede tener distintos precios, y siendo más barato en el exterior. Los argentinos que se van de viaje a otros países prefieren adquirir sus productos en el lugar donde van, una muestra de ello, es observarlos a la salida del aeropuerto con maletas a reventar de productos de otros países, sin importar el arancel que tengan pagar, su valor sigue siendo más bajo que si lo hubieses adquirido en el país. Por su cercanía Chile, Paraguay y Brasil son unos de los destinos más visitados, ya que, los que eligen productos de supermercado el precio es de 50 a 70% más económico. Otras de las opciones que lideran el ranking de compras que lo lideran la indumentaria (zapatillas), tecnología (smartphones y LED) y los pequeños electrodomésticos.
Según la aduana, por vía aérea para poder pasar con productos extranjeros sin pagar impuestos tienen una franquicia de 300 dólares mayores de edad, y menores de 16 años la mitad 150 dólares, estos entre si se podrán sumar, por vía terrestre la franquicia es de 150 dólares por persona. Si la franquicia se excede se tendrá que pagar el 50% del valor del producto. El valor del dólar lo toman a la cotización del Banco Nación.
¿Quién gana y quién pierde con la suba del dólar oficial? Ganan los exportadores del sector agrícola, minero y aquellas industrias que compiten con productos importados, porque se vuelven más competitivas. Es decir, la devaluación no sólo le da aire a los que venden en el mercado mundial sino a los productores locales que pueden ganarle terreno a sus competidores externos, que se encarecen.
Se perjudican el asalariado y el consumidor, porque aumenta el precio de la canasta de consumo, fabricada con insumos importados.
Con todas las decisiones de política económica siempre hay ganadores y perdedores. A la larga un dólar bajo es insostenible porque genera recesión; por algo en los últimos años se creció menos que cuando el dólar estaba alto.
Claramente el impacto depende de lo que esté sucediendo con las monedas de los países con los que se comercializa.