El concepto de patrimonio cultural es subjetivo y dinámico, no depende de los objetos o bienes sino de los valores que la sociedad en general les atribuyen en cada momento de la historia y que determinan qué bienes son los que hay que proteger y conservar para la posteridad. No se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
Existe el Patrimonio cultural inmaterial que son representaciones culturales de relevancia social y que se identifican con un grupo y representan la cultura y la tradición de estos. Puede ser, un baile tradicional, una representación, una actividad artística, una fiesta, etc.
La importancia del patrimonio cultural inmaterial no estriba en la manifestación cultural en sí, sino en el acervo de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación.
El Patrimonio Cultural se divide en dos tipos: Tangible: Es la expresión de las culturas a través de grandes realizaciones materiales. Se puede clasificar en Mueble (Manuscritos, documentos, artefactos históricos, películas, fotografías, obras de arte, artesanías) e inmueble (Monumentos o sitios arqueológicos, sitios históricos, colecciones científicas, monumentos públicos, paisajes culturales). Intangible: Aquella parte invisible que reside en espíritu mismo de las culturas (lenguajes, costumbres, religiones, leyendas, mitos, música).
Hoy son varios los documentos internacionales que consolidan una visión amplia y plural del patrimonio cultural, que valoran todas aquellas entidades materiales e inmateriales significativas y testimoniales de las distintas culturas, sin establecer límites temporales ni artísticos, considerando así las entidades de carácter tradicional, industrial, inmaterial, contemporáneo, subacuáticos o los paisajes culturales como garantes de un importante valor patrimonial.