19 noviembre, 2024

La psicología social y el Turismo

El turismo ha crecido en las ultimas décadas con mucha fuerza a pesar de los diferentes problemas en todo el mundo.  La actividad turística es netamente una relación de comunicación en donde el contacto con otros seres humanos es indispensable y fundamental que delinean el comportamiento de una sociedad que está expuesta a ella. La Psicología y la Sociología son ciencias de apoyo que han llevado al turismo al nivel de estudio considerado “fenómeno” porque pone en relieve el mero hecho de que la actividad turística está compuesta por seres humanos que tienen conductas definidas y un comportamiento social determinado. Hablamos entonces, de un impacto que ha producido esta actividad en la sociedad y en diferentes niveles: individual, familiar y colectivo de los cuales se derivan un conjunto de efectos culturales y sociales que se ven determinados en un cambio de hábitos y de conductas así como el nivel cultural y de formación del individuo que dan a lugar el rol del turista. Frente a esto,  por ejemplo el turismo rural en Argentina  busca poner en valor todos aquellos recursos patrimoniales y/o extra patrimoniales existentes en las pequeñas localidades y generar emprendimientos turísticos auto-sustentables y sostenibles que permita a la población local ser protagonista activo del proceso. Para ello se fomenta una nueva relación entre el Estado, los municipios y las pequeñas localidades que permita -a través de la actividad turística- la generación de recursos genuinos, la creación de empleos y la consecuente mejora en la calidad de vida, el fortalecimiento de la identidad local y una perspectiva de futuro.  A modo de ejemplo el turismo gastronómico es una actividad importante y una alternativa de desarrollo para muchos pueblos rurales de la Provincia de Buenos Aires esta actividad permite que los pueblos encuentren una nueva vocación. Todo esto genera que el comportamiento social sea de un elevado sentir de pertenencia y autoestima que complementan la belleza de un atractivo, puesto que el turista no se lleva el atractivo, se lleva la experiencia de ser parte de la sociedad donde se encuentra el atractivo y el enriquecimiento cultural que conlleva la visita del mismo.

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