26 julio, 2024

¿Sabemos lo que comemos?

La creciente inquietud por la salud y la sostenibilidad ha disparado la preocupación por lo que se come, unas veces de forma justificada y otras fruto de la obsesión.

McDonalds es una cadena de restaurantes de comida rápida. Sus principales productos son las hamburguesas, las papas fritas, los menús para el desayuno, los refrescos, los batidos, los helados, los postres y, recientemente, las ensaladas de fruta y otros productos exclusivos para diversos países.

Las ventas de la cadena de comida rápida estadounidense McDonals

cayeron en agosto un 3,7 % a nivel mundial debido al escándalo de carne en mal estado que afectó a sus restaurantes, lo que también impactará en sus beneficios trimestrales, según reconoció la empresa. La división regional registró un retroceso del 14,7 % en sus ventas de agosto, mientras que en julio esta caída había sido del 7,3 %.Esto se debe principalmente al reciente problema con la carne, que afectó mucho los

resultados de ventas en mercado, explicó la compañía.

La televisión mostró imágenes de hombres con bata blanca recogiendo carne y hamburguesas esparcidas por el suelo antes de ponerlas de nuevo en las máquinas. Se dice que para sus bebidas usan agua con gas, jarabe y colorante con distintos sabores para sus distintas bebidas.

 

Consecuencias de consumir comida chatarra:

1. Puede generar problemas de memoria y aprendizaje: personas saludables que comían estas hamburguesas durante solo 5 días obtenían resultados bajos en pruebas cognitivas que evaluaban la atención, la velocidad y el humor. Una de las conclusiones sostenía que comer esta comida durante 5 días de forma regular puede deteriorar la memoria, que seguramente derive del hecho de que las dietas pobres y tóxicas pueden generar ciertas reacciones químicas que llevan a la inflamación del hipocampo, asociada a la memoria y el reconocimiento.

2. Causa depresión entre los jóvenes: Los adolescentes padecen diversos cambios hormonales, haciéndolos susceptibles a los cambios de humor y de conducta. Las dietas saludables son fundamentales para mantener los cambios hormonales a raya, y como esta comida carece de nutrientes

esenciales, el riesgo de padecer depresión aumenta en un 58% si se come muy seguido.

3. Provoca fatiga y debilidad: Este tipo de alimentos carecen de nutrientes esenciales como las proteínas o vitaminas que el organismo requiere para mantenerse saludable y funcional. Si bien tienes la sensación de estar lleno y satisfecho, no te provee de energía, por lo que en poco tiempo te sientes débil y cansado. Si integras alguna forma de comida basura en todas las comidas del día durante un cierto período de tiempo puedes desarrollar fatiga crónica, llevando tus niveles de energía a un nivel tan bajo que puede resultar difícil llevar a cabo las tareas más sencillas

4. Puede generar problemas digestivos: Las personas con una adicción a la comida basura seguramente padezcan problemas digestivos como reflujo o síndrome de colon irritable, ya que este tipo de alimentos se

fríen. El aceite en la comida se deposita en las paredes del estómago y aumenta la producción de ácido, lo que irrita el estómago y agrava el reflujo y la digestión. La falta de fibra obstaculiza la digestión y aumenta el riesgo de padecer hemorroides y constipación.

5. Aumenta el riesgo enfermedades cardiovasculares: La comida rápida está principalmente conformada de grasas saturadas y grasas trans, que aumentan directamente los niveles de triglicéridos y colesterol «malo» (LDL) en la sangre, lo que lleva a la formación de placas y de enfermedades cardiovasculares. Además, el aumento repentino de los niveles de azúcar en sangre lesiona los revestimientos de los vasos sanguíneos, lo que lleva a la inflamación crónica, que a su vez fomenta la adhesión del LDL a las paredes de las arterias, bloqueando el flujo de sangre al corazón. Si el bloqueo es muy grande, se producen los infartos.

6. Puede producir enfermedades renales: El motivo por el que nunca puedes negarte a un plato de patatas fritas es porque contienen un alto nivel de sales finas procesadas que aumenta la salivación y la secreción de enzimas que aumenta tu antojo por estos alimentos. Los niveles elevados de grasas «malas» y el sodio de la sal afecta el balance sodio-potasio del cuerpo, generando hipertensión. Como los riñones son los encargados de filtrar las toxinas de la sangre, la ingesta de mucha comida basura tiene un efecto directo en su fucionamiento.

7. Puede dañar tu hígado : El consumo de comida basura durante un cierto período de tiempo genera un efecto dañino similar al efecto del alcohol en el hígado. Un reciente estudio asegura que quienes comen comida basura y no realizan ejercicio presentan

cambios en las enzimas del hígado en tan solo 4 semanas. Estos cambios son similares a los observados en quienes tienen un problema de abuso de alcohol. De acuerdo con diversos estudios, el culpable de esto es el alto nivel de grasas trans que tiene la comida rápida.

8. Aumenta el riesgo de padecer cáncer: La falta de fibra es el principal motivo de por qué el consumo de comida basura se asocia a un mayor riesgo de cáncer en el sistema digestivo. Un estudio publicado en el European Journal of Cancer Prevention reveló que el consumo excesivo de comida basura con alto contenido graso y de azúcares puede aumentar las probabilidades de padecer cáncer colorrectal. Además, una investigación del Centro Fred Hutchinson de Investigación para el Cáncer en Seattle mostró que los hombres que ingerían comidas fritas más de 2 veces al mes tenían un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata.

 

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