1 mayo, 2024

El emprendimiento gastronómico “Siga la Vaca” nació en kilómetro 40 de la ruta Panamericana en la provincia de Buenos Aires en el año 1993 de la mano con su llamado sistema todo incluido aplicado a la principal tradición gastronómica argentina, el asado, elaborado con las mejores materias primas del mercado y ofrecido a un precio fijo, el cual no comprendo ningún costo adicional que pueda aparecer. Hoy comprende 4 sucursales que son el ya mencionado, un en San Isidro en la provincia de Buenos Aires, en Puerto Madero en la Capital Federal y en Palermo en la Capital Federal.

Los horarios de atención no varían en ninguno de estos con el almuerzo todos los días de 12:00 a 16:00 horas, la cena de Lunes a Viernes de 16:00 a 01:00 horas, y los Sábados y Domingos de 16:00 a 02:00 horas. Pero no lo es así en precios, quien ya tenga un conocimiento sobre los barrios donde menciono anteriormente las sucursales se darán cuenta que contrastan entre sí.

En el caso particular del que quiero hablar es de su sucursal en San Isidro, más específicamente en la calle Dardo Rocha 2568, donde encontraremos el precio más bajo de las 4 mencionadas.

Para comenzar debo decir que es el único que tiene un mismo precio ya sea almuerzo o cena o día en cuestión, eso lo hace uno de los más concurridos por lo que si no se llega temprano no existe garantía de conseguir mesa ya que no existe la reservación de la misma.

Ahora es donde empezamos a hablar del servicio, no cabe la duda de que la comida en espectacular y abundante por lo tanto no tocaremos el tema, cuando uno llega al lugar un día sábado a las 12:00 horas con el auto uno nota que carece de estacionamiento cuando la sucursal tiene capacidad para 350 personas, por lo tanto encontrar lugar es complejo de por sí.

Ya encontrando donde estacionar el auto, o en su defecto llegar por otros medios, llega el momento de pedir una mesa y de esperar el turno según el orden de llegada. Existe una lista de alrededor de 20 a 25 apellidos que comprenden un promedio de 4 a 5 personas. Por lo tanto es necesario una espera, no menos, de una hora y media en una recepción la cual carece de espacio y mobiliario capas para soportar a esta cantidad de personas.

El inicio no es prometedor, esto en caso de temperaturas bajas o elevadas puede ya disgustar al consumidor. Por lo general solo una persona se queda esperando adentro mientras los otros esperan afuera, siempre dependiendo de si hay gente mayor o menores pero existe una prioridad automática hacia ellos que no se expresa como norma o ley sino por educación.

Llega el momento esperado, anuncia en voz alta el apellido del grupo y el “voluntario”, que se quedó dentro a la espera, hace señales para que no les quiten el lugar. El mozo los acompaña a la mesa y les señala donde pueden encontrar la parrilla y la barra de ensaladas, y en caso de necesitar algo más, el postre o la cuenta lo llamen sin compromiso. Consulta sobre la bebida para proporcionársela, la trae y se retira a esperar el llamado.

Cabe destacar que la sucursal tiene una estructura refeccionada de una Caballeriza en donde su zona central se encuentra la barra de ensaladas centrada con mesas rodeándole, y ambas alas laterales con mesas. Tanto la parrilla como la cocina se encuentran en estructuras adicionales a la original.

De aquí hasta el postre es auto-servicio, a excepción de pedir más bebida lo cual se encarga el mozo, durante ese lapso uno se puede por la general ir y volver de su mesa aproximada mente 3 veces sin mencionar si se usa el sanitario. En estos tres viajes se buscó ensalada y se fue a la parrilla 2 veces, depende la ubicación el recorrido será más o menos agradable. La sucursal cuenta con capacidad para 350 personas pero al estar 350 personas el espacio comienza a escanciar por lo tanto resulta incómodo, para ambas partes, pedir permiso para pasar cuando se está comiendo.

Llega el momento de pagar estando todos satisfechos tiene un valor de 320 pesos, valor único que solo se aplica a esta sucursal, el cual tiene distintas formas de pago ya sea efectivo, débito o crédito. Se deja una propina si se desea hacerlo.

Englobando todo esto mencionado se puede llegar a la siguiente conclusión:

  • Se entiende claramente que hay un servicio principal, no existe un complementario de este, ni tampoco un valor agregado.
  • El servicio se calificaría con un 7,5 sobre 10. En ningún momento, por más caótico que sea el ambiente, la recepcionista pondrá una expresión de disgusto hacia el comensal, ni tampoco ningún empleado que tenga algún contacto con el mismo mostrara una actitud desagradable ante incesantes preguntas sobre la comida.
  • Relación Precio/Calidad/Cantidad: 9 sobre 10. Recordar que el valor de 320 pesos sin cargos extra por barra y parrilla libre más bebida sin cargo adicional.
  • Seguridad: 8 sobre 10. Si bien es una zona de pocos incidentes delictivos, se recomienda estar siempre atento tanto dentro como fuera de la sucursal.
  • Público objetivo: Se apunta al grupo familiar compuesto generalmente por una pareja, con o sin hijos, más los padres de dicha pareja. También se podrían sumar hermanos a este grupo pero ya es menos común. El promedio esta en 5 a 7 personas por grupo. Siempre se refiere al público objetivo respecto a la sucursal de San Isidro exclusivamente.
  • ¿Cómo se publicita? Desde ya hace mucho tiempo no invierten en publicidad, el boca a boca contando experiencias se ha convertido en su medio de comunicación principal y que atraer nuevos clientes junto a los ya fidelizados.

 

Toda información mencionada se encuentra en su página web: http://www.sigalavaca.com

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