El río Matanza-Riachuelo, llamado Riachuelo en su desembocadura y río Matanza en la mayor parte de su desarrollo, es un curso de agua de 64 km al Este de Argentina, que nace en la provincia de Buenos Aires, constituye el límite Sur de la ciudad autónoma de Buenos Aires y desemboca en el Río de la Plata.
La Cuenca del Matanza-Riachuelo comprende parte de la ciudad de Buenos Aires y de los municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, General Las Heras, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo y San Vicente.
Su curso recibe numerosos desechos industriales, especialmente de las curtiembres, que lo posicionan como el tercer río más contaminado del planeta.
Las autoridades de la cuenca matanza-riachuelo (ACUMAR) es un organismo público que se desempeña como la máxima autoridad en materia ambiental en la región, conjuga el trabajo de los tres gobiernos que tienen competencia en el territorio: Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es el encargado de implementar un plan de saneamiento para mejorar las condiciones de la cuenca, sin embargo se denunció que las autoridades de la cuenca establecieron cambios normativos que implican un retroceso en los últimos años en el proceso de saneamiento del rio.
Por este motivo es que la comisión de ambiente de la legislatura porteña, que preside María Inés Gorbe, solicito al poder ejecutivo porteño informes por la contaminación del riachuelo. La comisión de ambiente pidió que la Ciudad explique porque autorizo el vuelco en el rio de contaminantes prohibidos internacionalmente.
ACUMAR estableció cambios normativos a través de la resolución 46/2017 en donde el proceso de saneamiento se ve afectado, ahora las industrias pueden arrojar a los cursos de agua contaminantes hasta ahora prohibidos, llamados “Contaminantes Orgánicos Persistentes” el más conocidos de ellos es el DDT que se prohibió su uso tras una campaña mundial tras comprobarse que es cancerígeno potencial para el hombre.
Las autoridades de la cuenca también decidieron mantener el permiso a los establecimientos para volcar volúmenes de agua contaminada sin tomar en cuenta la capacidad de depuración de las aguas.
En conclusión, lo que intentamos destacar en el artículo, es la importancia de continuar con el plan de saneamiento para que el rio quede lo más descontaminado posible ya que en la cuenca, de 2240 km², viven alrededor de 3.500.000 personas.