La ergonomía, o adaptación de los lugares de trabajo a los trabajadores, es un campo de estudio relativamente nuevo. Aunque continúan las investigaciones sobre maneras de lograr que las oficinas sean lugares más saludables para trabajar, existen algunos lineamientos generales para reducir o prevenir las lesiones relacionadas con el trabajo. Conviene recordar que el trabajo es sólo un miembro de la ecuación ergonómica. Los problemas que se presentan fuera del ambiente laboral suelen agravar las tensiones en el sitio de trabajo. Se sugiere analizar otras actividades, como la conducción de vehículos, la posición corporal durante el sueño, aficiones y otras actividades, incluidos los hábitos de ejercicio.
Autocuidados
- Usar equipo de oficina ajustable. Buscar posiciones cómodas (en vez de posiciones extremas). Mantener las rodillas y los codos en una posición intermedia que resulte cómoda.
- Evitar la repetición excesiva. Tomar descansos breves y frecuentes, quizá de 30 segundos cada 10 a 15 minutos.
- Cambiar de tareas con frecuencia.
- Ponerse de pie al contestar el teléfono.
- Estirar lentamente las manos, brazos, hombros y cuello.
- No mantener una misma posición durante largos periodos (incluyendo el uso prolongado del ratón de la computadora [mouse] o del teléfono).
- Participar en actividades aeróbicas con regularidad; éstas disminuyen las probabilidades de experimentar distensiones.
Mejoramiento de la postura
- No mantener los hombros en tensión. Los brazos deben descansar cómodamente en ambos lados.
- La espalda debe tener apoyo adecuado y ajustar la silla para no tener que estirarse o encorvarse.
- La posición de la silla debe permitir que los pies se apoyen en el suelo o sobre un descansapiés. Debe cambiarse con frecuencia la posición de las piernas.
Uso de la computadora
Colocar el monitor a la mayor distancia posible en que todavía pueda verse con claridad. En caso de presentar dolor de hombros o espalda, experimentar colocando el monitor a diversas alturas y distancias. Los ojos deben quedar a la altura de la línea superior del texto del monitor.
En caso de sentir fatiga de la vista, conviene someterse a un examen ocular. Existen anteojos de lectura para uso con la computadora. Posiblemente se necesite un monitor más grande. Si se emplean anteojos bifocales, es probable que se requieran anteojos bifocales altos para evitar la necesidad de tener la cabeza en una posición forzada. Colocar el teclado a la altura del codo o más abajo (para lograrlo quizá sea necesario elevar la silla o usar una mesa de trabajo de menor altura).
No apoyar los codos o muñecas en superficies duras o ásperas. Los brazos deben descansar cómodamente a los lados sin tener que estirarlos, con los antebrazos casi paralelos al suelo. Hay que procurar no estirarse para alcanzar el teclado o ratón.
En caso de no poseer mesa para el ratón, colocar éste junto al teclado y a la misma altura. Mantener los brazos cerca del cuerpo cuando se hace uso del ratón. Podrían ser de utilidad un descansamuñecas, bola rastreadora o ratón de diferente forma; pero, en caso de ser posible, pruebe estos dispositivos antes de adquirirlos. Conviene tratar de aprender a usar el ratón con ambas manos. Escribir con los dedos un poco flexionados y las muñecas en extensión. Aplicar escasa presión, tan sólo la suficiente para que funcionen las teclas.
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