En Argentina, la IED (Inversión Extranjera Directa) cayó en un año un 50%, como producto del envío de remesas y el pago de préstamos intracorporativos que las empresas tenían frenados por el cepo cambiario.
En lo que va del gobierno de Macri, son más los dólares que se van que los que ingresan como inversión extranjera directa. No sorprende la brusca caída de la IED en la Argentina durante el año pasado, según los datos que esta semana se dieron a conocer a partir de un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Pero también se explica por un contexto de incertidumbre económica que el Gobierno no termina de despejar, ni siquiera a mediano plazo.
La doble lectura es que los niveles de inversión considerados durante el último tramo del kirchnerismo estaban enmascarados por la restricción de enviar remesas al exterior, con lo cual las empresas multinacionales solo podían sus utilidades en la Argentina.
En estas dos noticias se ve como la economía globalizada va de la mano con las decisiones económicas de la política actual, donde los grandes inversores internacionales están decididos a no especular con desafíos sino a ir al negocio seguro y a su propia estabilidad como lo indica el sistema capitalista.
El problema de estos tiempos es que manejamos un capitalismo incompleto y de poca jerarquía, no solo en nuestro país sino también en muchos lugares del mundo y hasta en los países más industrializados como EEUU
Lo que no estamos entendiendo del capitalismo es que sin el consumidor el Capitalismo es una mera y tonta especulación idealista, hoy en nuestro país tenemos un mercado 100% abierto y las importaciones y exportaciones están cada vez peor; en algunos casos hasta peor que en el gobierno anterior, y todos se preguntan ¿por qué? Si los libros de economía dicen que estamos haciendo todo bien. Pero lamentablemente se olvidaron del factor consumo/consumidor, y esto es una política de estado. Si el comercio se olvida a quien está dirigido no es posible el capitalismo. Sin consumo no tenemos inversores que importen porque si el inversor importa y el consumidor no compra el inversor se funde en pocas semanas.
Lo que el mundo debe comprender es que debe plantearse una nueva forma de ver el capitalismo y guiarlo, no solo a la especulación económica, sino también al consumidor, y los estados también deben tomar medidas económicas para que los consumidores puedan comprar y las inversiones vuelvan al país.
Fuentes:
www.laprensa.com.ar/454010-La-inversion-extranjera-nos-mira-desconfiada.note.aspx
www.jpandbrimelow.co.uk/election-2017-investors-unnerved-economic-uncertainty/