El 1º de Mayo de 1886, en los albores de la revolución industrial, un grupo de trabajadores y activistas sindicales de Chicago (EE.UU) se levantaron en huelga. Liderados por el anarquista Albert Parsons, los obreros salieron de las fábricas para reclamar por los derechos de los trabajadores. Reducir la jornada laboral de 12-16 hs a 8 hs diarias y mejorar las condiciones laborales encabezaban la lista de objetivos.
La convocatoria fue masiva, aún frente a las críticas y sin tener el respaldo completo de la sociedad, la movilización duro 3 días. Entre finales del segundo y tercer día ocurrieron los sucesos devastadores. La policía había disuelto violentamente la concentración del segundo día frente a una fábrica; esta encrucijada termino con 6 muertos, varios heridos y llevó a la realización de una proclama que convocaba a un acto al día siguiente.
El acto fue en el parque Haymarket, allí 20000 obreros fueron reprimidos por el cuerpo policial. En medio de la contienda, un artefacto explosivo estalló frente a la policía. Como respuesta, los uniformados abrieron fuego contra la multitud. Se declaró estado de sitio y cientos de trabajadores fueron golpeados y torturados, acusados de matar a policías. La revuelta de Haymarket no fue el fin si no el inicio de más violencia.
Los hechos desataron el descontento social, inmediatamente se pidió a la Corte Suprema encontrar a los culpables e iniciar juicio a los anarquistas y obreros involucrados. Ocho personas fueron encontradas responsables, en un juicio que hasta el día de hoy se denomina «juicio farsa» por todas las irregularidades y violaciones a las formas y modos de las normas procesales. Tres fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
La ejecución de los «mártires de Chicago» -término con el que después se loa va a identificar – dio paso a que, trabajadores de diversas áreas se sumaran a los sindicatos y las patronales y fábricas terminaran por acceder a reducir la jornada a 8 horas de trabajo diarias.
En 1889 la organización de partidos laboristas y socialistas conocida bajo el nombre de «La Segunda Internacional», a raíz de lo sucedido en Chicago, decretaron el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores. Que en Argentina va a empezar a conmemorarse desde el 1ero de Mayo de 1890 en el Prado Español de Buenos Aires.
Como cada año a partir de allí, la convocatoria a participar de los actos se realiza a partir de los diferentes sindicatos y fuerzas de trabajo. Este año, son 6 los puntos de encuentros, de entre los que se destaca, el de Plaza de Mayo de las dos CTA, el de la CGT en Obras Sanitaria en el barrio de Núñez y el acto en Ferro de la UATRE, al que asistirá el presidente Mauricio Macri.
Buena historia.