¿Por qué exportar?
La exportación, está definida como el régimen aduanero que permite la salida legal de las mercancías del territorio aduanero, para su uso o consumo en el mercado exterior. Hoy en día, la exportación cobra mayor importancia en las empresas, quienes toman la decisión de exportar como una necesidad para su supervivencia, crecimiento y rentabilidad en el largo plazo.
Es importante, reconocer que la actividad exportadora no es una actividad eventual o de corto plazo que responde a situaciones coyunturales, por el contrario es una actividad que exige una visión de mediano plazo y una planeación de los recursos.
La empresa que decide exportar debe contar con motivos sólidos para internacionalizarse y buscar mercados externos, haciendo de la exportación una actividad estratégica.
La exportación ofrece muchas ventajas a las empresas, algunas de ellas son:
* Diversificar productos y mercados para afrontar la competencia internacional y la situación de la economía nacional.
* Ganar competitividad mediante la adquisición de tecnología, know how y capacidad gerencial obtenida en el mercado.
* Diversificar el riesgo de operar en un solo mercado.
* Hacer alianzas estratégicas con empresas extranjeras para reducir costos, mejorar la eficiencia y diversificar productos.
* Disminuir el riesgo de estar en un solo mercado.
* Vender mayores volúmenes para utilizar la capacidad productiva de la empresa y hacer economías de escala.
* Aprovechar ventajas comparativas y las oportunidades de mercados ampliados a través de acuerdos preferenciales.
* Necesidad de involucrarse en el mercado mundial por la globalización de la economía.
* Buscar mayor rentabilidad en los mercados internacionales y asegurar la existencia de la empresa a largo plazo.
La exportación no se circunscribe a un tamaño previamente determinado de empresa, aunque pueden existir algunos bienes y servicios en los que se requiera de capitales y la capacidad de coordinar recursos humanos en magnitudes importantes. Existen empresas micro/artesanales, pequeñas, medianas y grandes que se dedican a la exportación.
Los elementos prioritarios para poder exportar son: calidad del producto en el mercado de destino, precio competitivo en ese mercado, volumen solicitado por el importador y realizar el servicio posventa, cuando sea necesario. Para lograrlo se requiere de un compromiso con la calidad, ser creativo y actuar con profesionalidad.
La incursión en los mercados internacionales se realiza por tradición en mercados más cercanos, de rápido crecimiento y similares culturalmente, donde la competencia es menos agresiva que en los más grandes. En varios de los casos ésta se realiza de manera casual según
de los pedidos que se reciban. Sin embargo, siempre se debe iniciar con los mercados donde pueda adquirirse experiencia a un menor costo.
Es importante reconocer que, exportar no es una actividad eventual o de corto plazo que responde a situaciones coyunturales, si no que es una actividad de mediano y largo plazo que exige una adecuada planeación de los recursos. Es aconsejable exportar cuando se tenga la capacidad para hacerlo, en cuanto a diseño, programación, producción, comunicación, empaques, envíos, administración, entre otras, conforme a los requerimientos del mercado internacional.
Los errores más comunes al momento de exportar son: la falta de evaluación de la capacidad de internacionalización; la no consideración de la diferencia de los aspectos culturales; la falta de investigación acerca del mercado; la selección errónea del socio comercial; la falta de conocimiento de las barreras en los países importadores y en el exportador; el no efectuar la investigación, registro y monitoreo de la marca; la elaboración de contratos sin tener en cuenta la legislación y la práctica del país extranjero; la extrema diversificación de los mercados; la falta de conocimiento de las normas de defensa del consumidor; el no contar con una estructura de gerencia adecuada para la exportación; la falta de presencia en el mercado.
Hablando a un nivel macroeconómico, la exportación de bienes y servicios siempre resultara beneficiosa. Esta genera saldos positivos para la balanza comercial, las cuentas corrientes y los pagos de cualquier país. Es una fuente de demanda para la producción doméstica de bienes y multiplica el producto y los ingresos de la economía en general, y de los agentes económicos participantes en particular.