Basta de trabajo infantil ellos también tienen derecho
El trabajo infantil hoy en día en cada 250 millones de niños trabajan en el mundo, en condiciones más peligrosa, 1 millón son víctimas del tráfico. Los niños más afectados son procedente de entornos familiares desfavorables o de grupo minoritarios, sustraídos del seno familiar crecen desprotegidos; sus empleadores hacen lo necesario para poder hacer lo invisible y ejercer el control sobre ellos, de los cuales trabajan en condiciones desagradables lo que sofocan todos sus derechos y principios. Los niños que están en esas condiciones o tienen la capacidad de recibir una buena educación normal, lo que eso hace es que se vuelvan ANALFABETISMO adultos sin la posibilidad de poder crecer en su vida social y profesional.
Por otro lado también el trabajo infantil pone en peligro la dignidad y la moral del niño cuando ellos son expuestos a la prostitución infantil, soy víctima de envejecimiento prematuro de la violencia física, mental y sexual.
Todo los niños del continentes son explotados y adoptan varias formas de acuerdo a la cultura y tradición en el sudeste de ASIA y en el pacifico, los niños son vendidos para abastecer las redes de la prostitución o a fabricas textiles para cumplir las deudas de sus familias.
También en áfrica venden a sus hijos a cambio de ganado o por una vaca, en América latina los niños son víctimas de la prostitución, en Europa los niños secuestrados proporcionan la mano de obra barata, el objetivo de esta publicación es contribuir en la divulgación de los derechos de los niños que la ley 26.390 garantiza la prohibición del trabajo infantil elevando la edad mínima de admisión al empleo a 16 años y protegiendo los derechos de los adolescentes de 16 a 18 años que trabajan, respetando así su derecho a la educación. Asimismo la sanción de esta Ley cumple con el compromiso asumido por nuestro país en el año 1996 al ratificar mediante la Ley Nº 24.650 el Convenio Nº 138.
Esta ley protege el abuso de esas personas que no tienen escrúpulos, ni vergüenza de hacer esas cosas que no tienen ningún sentido de aprovecharse de un simple niño que tiene todo en derecho de crecer, aprender, reír, jugar y sentirse querido por su familia.