26 diciembre, 2024

¿Sabías que mezclar productos de limpieza domésticos comunes puede causar una reacción química potencialmente mortal? Esto puede sonar un poco extremista, pero la realidad es que puede suceder fácilmente; por ejemplo si dejas un poco de lejía en el inodoro con el fin de blanquearlo y mientras tanto aparece alguien y utiliza un limpiador específico para inodoros con base ácida.

Aquí pongo algunas de las reacciones químicas que pueden ocurrir cuando mezclas sustancias químicas comunes:

Al mezclar lejía con amoníaco (un ingrediente común en limpiacristales y otros productos de limpieza de hogar, y también se encuentra en los pañales y en las bandejas sanitarias para gatos) se producen gases tóxicos llamados cloraminas. Los síntomas de exposición oscilan desde tos y falta de aliento hasta neumonía y líquido en los pulmones y estos gases puede con frecuencia paralizar los pulmones.

Al mezclar lejía con algunos jabones para vajillas, se produce gas mostaza. Este es el mismo gas que fue utilizado durante la Primera Guerra Mundial para matar a la gente.

Al mezclar lejía con un ácido (como por ejemplo vinagre, algunos limpiacristales, detergentes y enjuagues para lavavajillas automáticas, limpiadores de inodoros) se produce gas de cloro. Este gas es tan sumamente tóxico para el ser humano que fue utilizado durante la Primera y Segunda Guerra Mundial como arma química. La exposición al gas de cloro, incluso a bajos niveles, casi siempre irrita las membranas mucosas (ojos, garganta y nariz) y causa tos, problemas respiratorios, ojos llorosos y con ardor y goteo nasal. Niveles más altos de exposición pueden causar dolor en el pecho, problemas respiratorios graves, vómitos, neumonía y líquido en los pulmones. Niveles muy altos causan la muerte. La cloramina se puede absorber a través de la piel provocando dolor, inflamación, hinchazón y ampollas.

El gas de cloro y agua combinados producen ácidos clorhídricos e hipoclorosos. El ácido clorhídrico también causa quemaduras a la piel, ojos, nariz, garganta, boca y pulmones. El gas de cloro también se puede absorber a través de la piel, provocando dolor, inflamación, hinchazón y ampollas. El ácido clorhídricos también causa quemaduras a la piel, ojos, nariz, garganta, boca y pulmones.

Consejos de Seguridad

  • Siempre mantén tus productos de limpieza en sus envases originales con su etiqueta original.
  • Elimina o limita el uso de lejía y amoníaco en tu hogar
  • Si utilizas productos tales como lejía o amoníaco, asegúrate de aclarar posteriormente con agua abundante y asegúrate que los demás adultos sepan dónde se han utilizado
  • NUNCA JAMÁS mezcles lejía, amoníaco o cualquier otro producto de limpieza – ¡¡te puede matar!!
  • Asegúrate de mantener todos los productos de limpieza fuera del alcance de los niños

LISTA DE SUSTANCIAS QUE NO SE DEBERÁN MEZCLAR

  • Lejía con productos para limpiar inodoros
  • Lejía con vinagre
  • Lejía con amoníaco
  • No utilices dos limpiadores de drenajes juntos al mismo tiempo
  • Distintas marcas del mismo tipo de producto
  • Algunos desinfectantes con detergentes

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