18 abril, 2024

El término trabajo infantil se refiere a cualquier actividad  física, mental, social o moralmente perjudicial para el niño, afecta  su vida física y psicosocial, su escolaridad y le impide jugar como niño. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos  están expuestos a las peores formas de trabajo infantil  en ambientes peligrosos, en los cuales pueden sufrir accidentes o enfermedades profesionales,esclavitud y otras formas de actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y la prostitución.
En Argentina, el trabajo de menores de 16 años está prohibido por ley, y se penaliza a los empleadores que se aprovechan económicamente del trabajo de menores. El tiempo de trabajo en adolescentes está regulado, porque los expone a no poder ejercer su derecho a la educación, que actualmente es obligatoria hasta hayan finalizado la escolaridad a nivel secundario o que no hayan cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso.

El ejercicio del derecho a la educación no es lo único vulnerado en los niños y adolescentes que trabajan. El trabajo doméstico intensivo y la participación en actividades económicas en la niñez y la adolescencia exponen a los sujetos de este grupo poblacional a múltiples riesgos y en el ejercicio de otros derechos fundamentales, como el derecho al juego recreativo, la práctica de deportes, el esparcimiento, la sociabilidad con pares, entre otros. La exposición a estos múltiples riesgos y privaciones de derechos no sólo limita el desarrollo de capacidades que favorecen los procesos de movilidad, sino que resulta funcional, además, a los procesos de reproducción inter generacional de la pobreza y la precariedad laboral. Los niños en situación de trabajo infantil se encuentran en todas las etapas de las cadenas de producción, sin excluir el sector de la agricultura, la industria manufacturera y la venta al por menor; por lo que es responsabilidad de todas las organizaciones, sin importar su tamaño, asegurar que no exista trabajo infantil en sus instalaciones o como producto de sus operaciones, y promover en su cadena de abastecimiento, representantes y proveedores, la toma de medidas para controlar este tipo de explotación.

Las estrategias de erradicación del trabajo infantil requieren considerar los múltiples aspectos relacionados. Se trata de un fenómeno que se asocia a las estrategias de reproducción de los hogares en un contexto de bajo ingresos, los niños trabajan para contribuir a la economía, a la informalidad laboral, y que encuentra una fuerte tensión con la continuidad educativa en la secundaria obligatoria en la Argentina.

Sin embargo las autoridades máximas del país aún no han logrado realizar las transformaciones necesarias para que todas las adolescencias puedan ser incluidas. En la actualidad, para algunas juventudes la escuela no representa un vehículo de movilidad social y el trabajo precario representa un medio de integración. Está claro que la solución no es única y se requiere de la asociación de muchos sectores, entre los cuales podrían jugar un papel destacado los gobiernos locales y la ciudadanía informada y sensibilizada con el problema.

El estado argentino se ha comprometido a erradicar el trabajo infantil en todo el país la obligatoriedad de la educación secundaria es un gran paso. Los progresos en la reducción del trabajo infantil que se registraron en los últimos años dan cuenta del compromiso del Estado Nacional para enfrentar este grave problema. Pero solo será posible erradicar el trabajo infantil acentuando el desarrollo económico, la redistribución de la riqueza, la generación de trabajo decente para los adultos, el fortalecimiento de las políticas de la educación y de la salud pública y la inclusión social, garantizarán el pleno ejercicio de los derechos de nuestros  niños, niñas y adolescentes.trabajo-infantil-e1434546851815

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