26 diciembre, 2024

El fuego ha llegado a ser tan importante como el agua en nuestra sociedad que se basa principalmente en la tecnología. Si perdemos el control del fuego, este puede causar pérdidas considerables, debido a esto para poder controlar su parte destructiva, es fundamental que entendamos su comportamiento. Por ello es importante saber que el  fuego es una reacción química conocida también con el nombre de combustión, que se define como un proceso que se mantiene así mismo cuando un combustible es reducido en forma muy rápida por un agente oxidante, junto con la producción de luz y calor.

Actualmente, para explicar su combustión y extinción se ha estado utilizando la teoría del Tetraedro del Fuego, aquí uno de los cuatro lados sirve para representar la «reacción química en cadena » y los tres lados restantes representan la temperatura, el agente reductor y el agente oxidante, y si se quita uno o más de los lados, hará incompleto el tetraedro.

En nuestro país, la Norma del Instituto Nacional de Normalización, clasifica los fuegos y asigna a cada clase un símbolo especial  ya que de acuerdo a las características de la combustión, se determinan distintos tipos de fuegos. Estos son:

Clase  A:  Son los fuegos que involucran a los materiales orgánicos sólidos, en los que pueden formarse, brasas, por ejemplo, la madera, el papel, cartón, pajas, carbones, textiles, etc.

Clase  B: Son los fuegos que involucran a líquidos inflamables  y sólidos fácilmente fundibles por acción del calor (sólidos licuables).

Clase  C: Son los fuegos que involucran a los equipos eléctricos energizados, tales como los electrodomésticos, los interruptores, cajas de fusibles y las herramientas eléctricas, etc

Clase  D: Son fuegos deflagrantes, en metales alcalinos y alcalinos térreos, como así también polvos metálicos; combustionan violentamente y generalmente con llama muy intensa, emiten una fuerte radiación calórica y desarrollan muy altas temperaturas.

Clase K: Son fuegos que involucran aceites de cocina tales como aceites vegetales, aceites animales, grasas, etc. Su característica general es que arden a temperaturas elevadas.

Estos símbolos aparecen en los extintores, y permiten determinar si son apropiados para el tipo de fuego al que se desea aplicarlo.

Los extintores son elementos portátiles destinados a la lucha contra fuegos incipientes, o principios de incendios. Existen además varios tipos de extintores:

Extintor a base de Agua: Son extintores ideales para fuego tipo “A” ya que el agua se expande hasta 1671 veces, logra desplazar el oxígeno y los vapores de combustión del incendio, apagándolo con relativa facilidad. Por ningún motivo deben usarse para intentar apagar el fuego eléctrico, es decir, el tipo “C”, ya que el agua conduce electricidad.

Extintor a base de Agua Pulverizada: Más efectivo que el resto de extintores a base de agua, ya que se caracteriza por apagar el fuego por medio de agua pulverizada, siendo muy efectivo para incendios tipo A y C.

Extintores a base de Espuma: Los extintores a base de espuma, actúan por medio de la sofocación de la llama y el enfriamiento del combustible, ya que genera una capa de material acuoso que desplaza el oxígeno e impide el escape de vapor con el fin de detener y evitar la combustión. Son ideales para fuego tipo A y B.

Extintor a base de Dióxido de Carbono: Es ideal para fuegos del tipo B y C. El dióxido de carbono se encuentra bajo presión, y al ser liberado abruptamente, su temperatura puede descender a los – 79 grados Celsius, lo que hace que el material en combustión se enfríe rápidamente y el oxígeno se vea desplazado por el gas.

Extintores a base de Polvo Químico: Funcionan bastante bien combatiendo fuegos de los tipos A, B, C. Está diseñado para interrumpir la reacción en cadena y sofocar el fuego. Este polvo se funde con la acción del calor, formando una barrera entre el oxígeno y el material que se incendia.

 Extintores a base de reemplazante de Halógenos: Actúan de forma similar que los extintores a base de polvo químico, con la diferencia que no dejan residuos. Se usa para apagar fuegos de los tipos A, B y C.

 Extintores Tipo D: Básicamente son extintores a base de polvos específicos según el metal que se quiera combatir, al no existir un polvo especial que apague todos los incendios del tipo “D” deberemos asesorarnos con el distribuidor de extintores. Actúan por sofocación creando una costra entre el aire y el material incendiado.

Extintores a base de acetato de potasio: Adecuados para el fuego tipo K. Al tener contacto con aceite caliente, se saponifica creando una capa jabonosa sobre el aceite caliente y apagando el fuego.

Lo normal es que cualquier extintor con el que nos encontremos sea del tipo A,B,C, es decir sirve para apagar fuegos de sólidos, líquidos y gas.

Uso de Extintores Portátiles:

-Tome el extintor, quite el pasador de seguridad, y agarre, sin oprimir, la palanca de accionamiento con una mano y la punta de la manguera con la otra.
– Colóquese a un metro o metro y medio de distancia del fuego, con su espalda hacia la salida o hacia la corriente de aire si hay.
– Apunte con la manguera a la base del fuego y oprima la palanca o manilla para que salga el contenido, manteniendo el extintor en posición vertical.
– Mueva la manguera de un lado a otro horizontalmente como si estuviera barriendo, en la base del fuego.

Como proceder ante un incendio:

-saber la ubicación de los extintores.

– Mantener la calma y no infundir pánico

– Intentar sofocar el fuego si es pequeño utilizando los extintores portátiles.

-En caso de no lograr extinguir el fuego, alertar y agilizar la evacuación.

– Camine rumbo al exterior sin correr, No utilice los ascensores y dirigirse al punto de reunión.

-En caso de estar la zona inundada de humo, sepa que habrá más oxígeno cerca del piso. Agachase y avance así si es necesario.

 

 

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