Los hospitales son establecimientos donde se produce contaminación de todo tipo, por lo tanto son lugares de riesgo tanto para los de dentro como los de fuera del medio. Los hospitales provocan efectos no deseables que en términos muy amplios se puede denominar como”contaminantes hospitalarios”, estos contaminantes se pueden clasificar como riesgos biológicos que posiblemente sea el que mayor impacto tiene a nivel de la sociedad. Riesgo físico son los derivados de radiaciones ionizantes, descargas eléctricas, cortes, caídas, riesgos químicos por ejemplo con formol, oxido de etileno, gases anestésicos. Los hospitales son unos de los mayores generadores de residuos patológicos. Un residuo patológico es aquel que posee características infecciosas. Las infecciosidad identifican a aquellos residuos capaces de provocar una enfermedad infecciosa. El residuo contiene microorganismos patógenos, con suficiente virulencia y en tal cantidad que la exposición al mismo por parte de un huésped susceptible puede derivar en una enfermedad infecciosa. Entre los distintos tipos de residuos patogénicos podemos nombrar: jeringas, guantes usados, restos de sangre, fluidos humanos y de animales, restos de órganos, elementos corto-punzantes contaminados y todo aquel material que haya tenido contacto con microorganismos potencialmente patógenos.