26 diciembre, 2024

En Argentina, principalmente en Buenos Aires, durante la época de los años 90 el temor de los centros comerciales barriales fueron y son los Shopping, y grandes cadenas que fueron acercándose a los barrios, tanto supermercados como también marcas de primer nivel referidas al sector tecnológico y algunas abocadas al rubro indumentaria. Sin embargo, cuando los pequeños negocios locales comenzaron a acomodarse en esta competencia contra grandes marcas, apareció el temor para ambas veredas.
Internet se convirtió en el mundo donde todos tienen las mismas posibilidades de ventas. Más allá de grandes presupuestos invertidos por las grandes cadenas, es posible que un local de barrio con una buena presentación, inteligente marketing pueda acomodarse entre medio de los gigantes. Esto se debe, principalmente, a Facebook. Las cuentas crecieron en Argentina, desde su creación, de 0 a 28 millones en tan solo 11 años. Las cifras arrojan que el 53,57 por ciento son mujeres y el resto hombres. Esto no quiere decir que cada persona utilice una cuenta o que todos tengan capacidad de comprar pero si es inevitable comentar que esto beneficia a todo aquel que tenga algo para vender. Además, es importante destacar que junto a este movimiento de Facebook, la principal experiencia, y quizás más fundamental, es mercadolibre.com. Es la primera página elegida por todos los vendedores, allí venden desde perros de raza hasta casas. No es que Facebook tenga más incidencia que mercadolibre, sino que ambos aprendieron a complementarse. Es decir, mercadolibre abrió las puertas para vender algo concreto y trasladarlo hasta el punto de venta. Facebook, es el presentador y el contacto más cercano con cada una de las personas.
La pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿Internet beneficia a todos o el sector más beneficiado es aquel que vende desde su casa?, quizás es una pregunta ambigua, con falta de lucidez, sin embargo el permitir que cualquiera pueda vender sin tener que invertir grandes montos para colocar un local a la calle representa un gran beneficio. Sin embargo con la apertura del “puerta a puerta” donde cualquiera puede comprar lo que sea desde cualquier parte del mundo también generan complicaciones en el mercado interno, aunque también permite la posibilidad de vender hacia otros destinos que no sean el nacional.
Como dijimos con la apertura del “puerta a puerta”, donde cada argentino puede tener un máximo de 5 compras con un monto máximo de 1000 dólares, el primer semestre  cerró las ventas online con un aumento del 60 por ciento, llegando a la cifra de $ 45.249 millones, mientras que las ventas en locales cayeron alrededor de un 15 por ciento. Año a año el dinero que maneja internet aumenta y también las personas que deciden utilizar este medio. No obstante, es importante destacar que el 58 por ciento de las personas que compran vuelven a consumir por el mismo medio.
¿Estos números dan por finalizada una etapa en la era comercial?, aunque el tiempo dirá que ocurrirá, es importante decir que todo es un complemento para incrementar el consumo. Las marcas, los locales barriales, los vendedores domésticos, etc., se encuentran a cada instante en nuestras computadoras y celulares. Tal es así que en 2016 el 73 por ciento de las marcas utilizaban la opción móvil, sin embargo en la actualidad el número ascendió al 93 por ciento. Quienes mejor exprimen esta posibilidad son aquellos que toman internet como un gran local con infinidad de posibilidades de colocar todas las ofertas, todos los productos y no ocupan espacio.
Es inevitable pensar que nos dirigimos a un momento de la historia donde cada día se aleja más la moneda física y todo lleva a dinero ficticio, intangible. Sin embargo, en internet no sólo ya no se maneja dinero en papel, sino que tampoco tarjetas plásticas. Facebook, como empresa, se hizo eco de estos conocimientos y planea aumentar su plataforma creando formas de pago directo desde tu propia página personal intentada que cada usuario no deba salir, no solo de internet sino que ya no necesite cerrar Facebook. Quizás en países como el nuestro, estas nuevas atracciones tarden en ser aceptadas por la sociedad, principalmente por miedo aunque la tecnología aumenta y las redes parecen invadirnos en su totalidad y los comercios intentan seguir adelante a pesar de las dificultades generacionales.
No parece correcto decir que el local de ropa de la señora Carmen donde tu abuela iba a comprar los regalos para los amigos de tu mama va a desaparecer, pero sí podemos asegurar de forma veraz que todos aquellos que no intenten ingresar en este mundo lentamente perderán terreno ya que las nuevas generaciones parecen estar todavía más influenciadas por las redes sociales. Como ya dijimos anteriormente llevara tiempo, tal vez no tanto como creemos. La llegada es inminente y debemos estar preparados para estar lo más adentro de la nueva era comercial donde todos somos capaces de vender y comprar desde cualquier punto de nuestro país.

 

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