24 noviembre, 2024

Para realizar este trabajo elegí un artículo periodístico donde habla de los maltratos y los acosos que algunas personas sufren en su trabajo. En dicho artículo hay dos casos reales de mujeres que sufrieron ese maltrato laboral, por lo que buscaré analizar la conducta de los empleadores de estas mujeres desde el punto de vista de la moral partiendo de la siguiente pregunta,  ¿Qué es lo que lleva a una persona a realizar un maltrato laboral?

Podemos hacer una distinción de los actos humanos en aquellos que son éticamente buenos, ya que son conformes a la naturaleza humana, y aquellos que son éticamente malos ya que van en contra de la naturaleza del hombre. Claramente los relacionados al acoso laboral se corresponden con estos últimos al ir en contra de los hábitos y costumbres que comparten los individuos para vivir en sociedad.

Nadie quiere ser maltratado por otra persona en ningún ámbito, mucho menos en donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo día a día. El artículo nos cuenta sobre el caso de Silvia, quien no quería ir a trabajar ya que temía por la represalia de su jefa en caso de equivocarse o cometer algún error. También nos relata el caso de Clara quien no quería consultar la fecha de depósito de su sueldo por miedo a cobrarlo más tarde y tener que enfrentar a su jefe quien se molestaba frente a esta pregunta.

La moralidad de un acto se inicia en el interior de la conciencia del sujeto, es ahí donde entran en juego la inteligencia y la voluntad. Esto nos lleva a afirmar que la maldad de una acción, en este caso hacer sentir mal a un compañero de trabajo delante de todos, insultar o empujar a alguien a propósito, no reside en su aspecto exterior ya que el juicio moral de un acto se constituye en la interioridad del sujeto que lo realiza.

En el primer caso, la jefa de Silvia parecía tener como objetivo desequilibrarla emocionalmente para que se sienta inferior a los demás. Pretendía además que sus otros compañeros pensaran igual que ella, logrando su objetivo con muchos de ellos. Este tipo de conducta podría encuadrarse dentro de los llamados actos voluntarios in causa, es decir, dentro de aquellos actos que se dan cuando al realizar ciertas acciones de efectos previsibles se conocen las consecuencias que le proceden.

Los actos humanos se caracterizan por ser realizados con inteligencia, es decir, haciendo uso de la razón. Ambos jefes  tenían plena capacidad mental para saber lo que estaban haciendo. También se pone en juego la Voluntad, el sujeto está convencido de lo que hace y genera que se consiga el objetivo. La jefa de Silvia estaba convencida de que ella trabajaba mal por eso la maltrataba y buscaba constantemente hacer que algunos de sus compañeros se convencieran de ello. La Imputabilidad se refiere a que el acto realizado se le puede atribuir a una persona, en esto casos a sus jefes. La Deliberación, es la acción de elegir entre varias opciones y percibir los aspectos positivos y negativos. Elegía el maltrato como medio en vez de buscar otras formas. También se dan con Consentimiento que es la capacidad del individuo para aceptar realizar una acción. La jefa de Silvia sabía que maltratándola existía la posibilidad que se queje con un superior o con el sindicato, pero igualmente no dejaba de hacerlo.

La bondad o maldad de un acto lo componen diversos factores. Uno de ellos es el motivo, que es aquello que impulsa a actuar o a perseguir determinado fin. Podemos así pensar que en el primer caso el motivo de la jefa de Silvia podría ser hacerla quedar mal delante de todos por envidia o por miedo a que la opaque. El motivo del jefe de Clara parecería ser que como no le gustaba que ella tenga actividades extra laborales la maltrataba. Otro factor de la moralidad de un acto humano es la conciencia del fin. Toda acción humana exige cierta conciencia de un fin o anticipar el resultado que desea. En ambos casos, los respectivos jefes querían rebajar a sus empleadas hasta el punto que ellas decidan irse. También están los medios, que son los elementos que utiliza la persona para realizar el acto. La jefa de Silvia le daba tareas difíciles o con poca información, para que ella no pueda realizarlo bien, o le cambiaba los horarios de las reuniones sin avisarle para que ella llegue tarde y quede mal delante de sus compañeros. El jefe de Clara la empujaba, amenazaba con echarla, se quedaba con sus propinas o no le pagaba en fecha. Las circunstancias y el contexto en las que se lleva a cabo el acto son importantes para pensar en la bondad o maldad del mismo, por lo que es un elemento a considerar si se pretende valorar las acciones humanas. Estos casos se dieron en el contexto laboral, lugar donde uno pasa la mayor parte de su día y que constituye fuente de ingresos por lo que es difícil para los empleados tomar la decisión de irse. El fin de ambos jefes era que ellas renunciaran a su puesto de trabajo sin quejas ni reclamos. Lamentablemente uno de ellos (el jefe de Clara) lo consiguió.

Como futura profesional del área de Recursos humanos, creo que las relaciones laborales son importantes. Tener un buen equipo y que todos sepan los objetivos con claridad y hacia dónde quiere ir la organización es fundamental. Eso se logra con buena comunicación y respeto. Imponerse por sobre los demás haciendo quedar mal o rebajando a las demás personas genera un mal clima laboral y rotación constante. Creo que estos dos casos del artículo son claros ejemplos de cómo no actuar cuando tenemos personal a cargo.

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