Basta leer para entender que los grandes cambios sociales y culturales llegan a partir de un quiebre, una ruptura. El equilibrio es, aun, más difícil de conseguir.
Mientras las clases de los trabajadores iban ganando derechos, las altas clases sociales se iban sintiendo despojadas de ese ”derecho” que su estatus económico le otorgaba. Los lugares que antes visitaban se habían plagado de gente no afín a sus ideologías.
La idea de igualdad, falsa idea de igualdad, abría las puertas para que los trabajadores impulsados por el capitalismo, tuvieran la sensación de derecho a un tiempo libre o de ocio, que sus antepasados quizás jamás lo hubieran soñado.
Mucho tiempo pasó hasta que el mismo sistema encontrara la manera de poder sostener este “tiempo liberado” no trabajado.
Pero fue esta falsa sensación de libertad la que dio impulso al turismo y permitió que, de la ciudad, comenzaran a desplazarse hacia la costa o a las sierras. Los sindicatos impulsados por esto, crearon una de las mejores infraestructuras hoteleras, muchas de las cuales hoy podemos ver en la costa Atlántica y lugares como Río Tercero.
La Argentina viene construyendo cada paso que avanza a partir de cambios y quiebres sociales. Frente a cada movilización, cada lucha, se tiene un derecho ganado. Habrá que esperar entonces para que el país siga escribiendo su historia impulsada por la misma sociedad que pide a gritos por un cambio, por mayor igualdad. Por este equilibrio tan difícil de conseguir.
Uno de los mayores problemas en la actualidad, vinculado al turismo en la Argentina, es el costo de cada servicio. Parece ser que no terminamos los argentinos de entender para quien impulsamos nuestro turismo argentino. Los transportes, hoteles, gastronomía, va incrementando sus costos con cada paso del tiempo, y eso termina ocasionando que mucha de la población recurra al turismo en países aledaños.
Siempre hay algo nuevo por aprender, siempre se crece con cada paso que uno da. Mientras la costa Atlántica crea costos y peajes más elevados, el resto de las provincias impulsan campañas mostrando sus paisajes.
Y es que es eso, la Argentina tiene un sinfín de paisajes hermosos por visitar y recorrer. Será cuestión de conocer y cambiar siempre de lugar.
Muy bueno!