Hace pocos años atrás, Argentina experimentaba un boom de inversiones debido al ingreso de fuertes divisas extranjeras generadas por la migración de tenedores de dólares de todo el mundo. Estos debieron fugar sus tenencias ya que los bancos de Estados Unidos ofrecían una baja tasa de interés, lo que devino en una fuerte crisis económica en 2008 y perduró a 2013. Su mal manejo de tasas creó un escenario propicio para hacer crecer a la Argentina de manera oportuna, pero como todo en la vida, la luna de miel financiera se terminó, Estados Unidos volvió a ofrecer tasas altas y Europa comenzaba a oscurecer su panorama, estallando España, Italia y Grecia como principales actores. Argentina, perdiendo oportunidades, se sumerge poco a poco en una lucha incontrolable por alcanzar un equilibrio que permita proveerle a la industria la posibilidad de no ahogarse en la inflación y poder seguir produciendo para mantener infraestructura y puestos laborales. De esta manera, con idas y vueltas los sueldos son siempre los actores principales en la vida de cada individuo, tanto en relación de dependencia como autónomos. Estas modalidades de empleo y los escenarios nacionales e internacionales siempre afectan al personal de la salud, específicamente a los técnicos Quirúrgicos especializados en ortopedia y traumatología, quienes ven precarizados sus haberes debido a la modalidad “freelance” impuesta por algunas ortopedias cuyos profesionales están incapacitados de negociar sus honorarios, ya que no son dueños de poder fijar el costo de su mano de obra y de sus conocimientos adquiridos a través del estudio terciario y, en algunos casos universitario. Estos no cuentan con vacaciones ni aguinaldos, no poseen privilegios algunos como todo trabajador registrado, pero por otro lado tenemos a aquellos técnicos que, trabajando en relación de dependencia, en ciertos casos cobran poco más que un sueldo mínimo vital y móvil; el Ministerio de Trabajo informó en un comunicado que el número subirá en un 33 por ciento. Así, a partir de enero de 2017, el número será de 8.060 pesos. (dato INFOBAE). En el mejor de los casos el profesional dependiente cobrará un sueldo de empleado de comercio, los cuales en su mayoría así se encuentran registrados en su categoría laboral al recibir sus recibos de laborales.
Este trato hacia el personal calificado impacta de manera negativa en la forma de trabajo, conlleva un sentimiento de frustración y abuso sin dejar de mencionar la baja estima.
Uno de los referentes y líderes del mundo, el actual presidente de los Estados Unidos de Norte América, destacó en un discurso dado recientemente aquellos peligros económicos y políticos de la creciente desigualdad de ingresos. No tardaron los opositores en destacar que sólo dará lugar a más desempleo, especialmente entre los trabajadores poco calificados; no obstante ciertas investigaciones de economistas de dicho país afirman que esto no es así ya que, si bien el aumento implica un mayor costo para la empresa, estos se ven compensados con la disminución de la rotación laboral y la mejora de productividad que se refleja en el mejor servicio que la permanencia laboral agrega. En contra posición, la rotación laboral produce mal servicio, baja la calidad de lo que se ofrece y esto es mejorable si el profesional se estabiliza con su puesto de trabajo, valorado e incentivado desde lo remunerativo. Esta buena calidad de servicio ofrecido por las ortopedias, cuyo sello final comercial es el servicio del técnico quien implanta junto al médico su producto, brinda la calidad deseada y fideliza al cliente (medico traumatólogo) y con esto la empresa recupera el aumento de los costos.
Con respecto a la baja estima en el profesional, autores e investigadores del tema como Yagosesky R autor de “Austoestima” destaca que la valoración negativa de una persona produce ansiedad en la toma de decisiones, opuesto a quienes se valoran de manera positiva ya que se encuentran consientes de los errores de los fracasos pero no le temen a la frustración que esto pueda ocasionar dado que su confianza lo lleva al conocimiento pleno de sus puntos débiles y puede corregirlos, superar sus obstáculos y progresar auto brindándose autogestión sin temor al equívoco llevándolo a todos sus planos de vida. Por ello es que valorando con buenos sueldos, la empresa le otorga al profesional un plus de mejor desempeño, de mejora continua, beneficiando las utilidades de la empresa. Pero al parecer la ausencia de sindicalización reduce la capacidad de presión sobre el sector. Esto permite visualizar que sin un organismo de control, aquel ideal de planear, organizar, continuar y dirigir un programa integral que considere al profesional como un factor de mejora en su rentabilidad, esta problemática persistirá en los técnicos paramédicos que a su vez se encuentran atravesando estrés laboral por un contexto económico nacional y laboral en relación “ortopedia-ortopedista” y aquel propio de la actividad.
La valoración remunerativa del profesional de la salud se ve claramente estancada y sin posibilidad de mejora, debido a las negociaciones del actual presidente de la nación Argentina, quien adhiere al tratado transpacífico, el cual requiere como requisito fundamental, mano de obra calificada barata.
Lamentablemente buscar una solución sobre el tema de los salarios va tomar su tiempo, el sector salud no es el único que exiges mejoras en sus remuneraciones. La actual gestión tampoco hace mucho para mejorar esta situación.