El reto de la seguridad y la salud de las empresas es el objetivo que nos marcamos Tecnicos que nos dedicamos a prevenir los riesgos laborales. Cada vez existe una mayor toma de conciencia sobre la importancia de la mejora de las condiciones de trabajo, con nuevas visiones y conceptos, desde puntos de vista que superan exclusivamente las condiciones físicas, de seguridad e higiénicas de los puestos de trabajo.
Por este motivo, es fundamental tener en cuenta el factor humano y el diseño de su lugar de trabajo. El diseño del área y puesto de trabajo han de satisfacer las necesidades de la empresa, así como cumplir con las exigencias que refiere el actual marco normativo. Por eso, el técnico en Higiene y Seguridad Laboral como prevencionista debe colaborar con arquitectos e ingenieros en el diseño de las instalaciones, teniendo muy en cuenta sus recomendaciones.
Los aspectos más significativos para crear con éxito un puesto de trabajo son:
– Situarlo en un emplazamiento adecuado.
– Distribuir las áreas de trabajo y aquellos factores relacionados, como la electricidad, los sistemas sanitarios, la iluminación, el aire acondicionado, la acústica, etcétera.
– El tipo de actividad y cultura de empresa.
– Los metros cuadrados dedicados a cada sección.
– El número de puestos de trabajo.
– La instalación adecuada de equipos.
– Los aspectos microclimáticos.
– Las características de los materiales a utilizar.
– La armonización de criterios estéticos y ergonómicos.
– Las características, necesidades y habilidades de los trabajadores.
Otros de los puntos a tener en cuenta son la configuración del puesto de trabajo, el mobiliario y la postura. Estos aspectos, diseñados de manera ergonómica, favorecen la seguridad y la eficacia, mejora las condiciones de trabajo y compensan los efectos adversos sobre la salud del ser humano.
Otros de los factores que no pueden pasar por alto, son los referentes a la carga mental y a los de tipo psicosocial. Estos factores son los referidos a aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, que suelen presentarse con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud del trabajador. La complejidad de estos, viene dada no sólo por el entorno laboral, sino también, por el conjunto de las percepciones y experiencias del trabajador que actúan como mediadores.
Por tanto, como hemos visto, la ergonomía, una pieza clave dentro del mundo laboral, y debe luchar en contra del conocido «planteamiento procústeo». Procustes, personaje de la mitología griega, partía del siguiente argumento: «puesto que las personas son mucho más hábiles y versátiles que los objetos y las máquinas, parece más efectivo adiestrarlas para que se acostumbren a determinadas situaciones, en lugar de modificar condiciones poco deseables para que se adapten a las personas». Menos mal que hoy, en el mundo del S.XXI, somos mucho más conscientes de las consecuencias que conlleva un mal diseño de un entorno laboral.