24 noviembre, 2024

 

El trueque es el intercambio de bienes materiales o de servicios por otros objetos o servicios, y se diferencia de la compraventa habitual en que no intermedia el dinero como representante del valor en la transacción. Al contrato por el cual dos personas acceden a un trueque se le denomina permuta.

Las primeras formas de comercio entre los hombres consistieron justamente en el intercambio de productos mano a mano: lo que uno tenía y no necesitaba se cambiaba por lo que el otro tenía y le sobraba. Esa forma de intercambio se denomina trueque.

El trueque fue lo que permitió a los primeros asentamientos humanos dar el siguiente paso y crecer hasta convertirse en poblados. Aunque posiblemente se practicase desde siempre, el trueque empieza a cobrar fuerza cuando surgen los primeros excedentes productivos en las comunidades como método para mejorar su eficiencia. Si un determinado terreno no era apto para el cultivo o sus habitantes eran buenos cazadores, podían prescindir en parte de esa actividad e intercambiar su caza por plantas, armas o cualquier otra cosa que necesitase.

 

Sin embargo, el trueque presenta importantes limitaciones desde un punto de vista del desarrollo económico. La primera es que será necesario encontrar a alguien que quiera intercambiar lo que nosotros deseamos por lo que él ofrece, lo que puede consumir mucho tiempo. Como respuesta a este problema surgen las casas y mercados de intercambio en las que bastaba con depositar la pieza para que ellos se encargasen de llevar a cabo el trueque. Esto nos lleva al que quizás sea el mayor inconveniente de este sistema: la dificultad de calcular el valor exacto de las cosas que vamos a intercambiar. Como respuesta a este problema empezaron a surgir diferentes unidades de medida hasta el nacimiento de las monedas. La sal, debido a sus propiedades para conservar los alimentos y ser por lo tanto un bien necesario, fue una de las medidas más utilizadas. La aparición de las monedas hizo que el trueque se convirtiese en comercio y dio lugar a los primeros sistemas económicos ‘modernos’.
El trueque es una práctica que existe desde el periodo neolítico, desde hace aproximadamente 10.000 años con la aparición de la sociedad agricultora-ganadera.

En el neolítico, la economía, que había sido depredadora en el paleolítico, en las sociedades cazadoras-recolectoras (90 por ciento del tiempo de la existencia de la especie humana), pasó a ser productiva, por la aparición de la agricultura y la ganadería, y ello dio lugar al excedente, un exceso de bienes que no necesitan consumirse. Con el excedente, un grupo de personas no necesitan trabajar en la agricultura y la ganadería, y pueden dedicarse a producir otros productos, como la cerámica, e intercambiarlos con el agricultor o ganadero por el excedente. Con ello, apareció por primera vez el trueque y, como consecuencia, la propiedad privada y el concepto de riqueza. La cantidad de producción sobrante es el inicio de la riqueza: cuanto más excedente, más riqueza. Pero el excedente sólo tiene consecuencias cuando se consolida gracias a la aplicación del riesgo o el abonado, y permite la división social del trabajo.

 

Algunas y desventajas del trueque son

Ventajas

 

Las ventajas del trueque o intercambio para las empresas son muchas, como por ejemplo:

Comprar productos o servicios sin realizar movimientos monetarios.

Mantener la liquidez de la empresa.

Optimizar los resultados financieros del negocio.

Mejorar la productividad.

Compensar la variación de producción por temporadas, es decir, obtener más clientes incluso en temporada baja.

Reducir la acumulación de existencias de productos en el inventario, y hallarles una salida rentable alternativa.

Ampliar las relaciones comerciales con empresas de otros sectores.

Desventajas

El trueque tiene diversas desventajas:

Cuantitativa: dificultad para intercambiar bienes de muy distinto valor;

Temporal: dificultad para vender hoy y comprar mañana;

Espacial: dificultad para encontrar a la persona ideal para intercambiar.

La más importante desventaja del trueque es que podría no encontrarse a alguien que quiera intercambiar lo que se desea por lo que puede ofrecerse. Esto es lo que se conoce como el problema de la doble coincidencia de necesidades. Este problema impide la ampliación de la división del trabajo, que vendría luego a ser facilitada por la introducción del dinero como medio común de intercambios indirectos.

El trueque actual

Desde la antigüedad, es habitual que el trueque recobre importancia entre  El trueque actual

Desde la antigüedad, es habitual que el trueque recobre importancia en tiempos de crisis económica, y principalmente en casos de hiperinflación, dado que el dinero pierde en gran medida su valor.

Algunas formas de trueque son el banco del tiempo o los mercados de trueque, como los que han proliferado en Argentina tras la caída del peso. Este sistema está experimentando un auge en países de todo el mundo.

A veces el trueque es utilizado en grandes cantidades por empresas, en mercados de intercambio. Para la empresa que da el producto o el servicio, que ella misma ha producido, le resulta más barato el mismo pago que si fuese con dinero. Además, supone que un cliente más, ha probado y conocido su producto o servicio. Además ha vendido un producto que, a veces, no habría vendido de otra forma. Que le supone terminar las existencias o compras mayoristas en cantidades mayores que suelen suponer descuentos mayores.

En la era digital: el trueque activo

El surgimiento de internet y las redes sociales facilitó la labor de búsqueda y localización de los mejores candidatos para realizar el trueque; las partes interesadas se reúnen en un punto en común como, por ejemplo, las plazas públicas. En la red existen plataformas que facilitan el contacto gratuito entre quienes desean intercambiar sus productos o servicios.

 

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