Durante el incidente, que tuvo lugar el pasado 21 de abril, se observa a una mujer vestida de blanco caminando por un paso peatonal. Justo después, la mujer se detiene y es embestida por un taxi de color rojo que la arrastra varios metros hasta que cae al suelo mientras varios ciudadanos observan la escena sin hacer ningún gesto para frenar el tráfico. Las imágenes muestran cómo la mujer permanece inmóvil hasta que logra levantar la cabeza un par de segundos para, acto seguido, volver a quedarse quieta en el asfalto. Algunos peatones la observan, varios cruzan al otro lado y ningún conductor parece percatarse del atropello. Durante unos segundos nadie hace el esfuerzo por ir a socorrerla hasta que un todoterreno gris pasa por encima de su cuerpo arrollándola. La mujer murió más tarde a raíz de las múltiples heridas. El debate tras la muerte de la mujer doblemente atropellada sigue latente, aunque la policía anunció, después de una semana de críticas por parte de la opinión pública, que se había identificado a los dos conductores y se había indemnizado a los familiares de la víctima, aunque no aclararon quién efectuó el pago.
En mi opinión hay falta de moral en los transeúntes y en los conductores.
En el caso de los transeúntes, lo primero que tendrían que haber hecho es socorrer a la persona herida, hablarle para que no entre en shock y conserve la calma, asegurando el lugar para que no la vuelvan a atropellar como sucedió y llamar una ambulancia para que sea lo más rápido posible su atención. Sin embargo dichos transeúntes se quedaron quietos, permaneciendo al margen de la situación.
En el caso de los conductores, lo que tendrían que haber hecho es frenar y socorrer a la victima porque es muy poco ético y moral dejar tirada a una persona después de haberla atropellado uno mismo. Lo más probable es que la victima estuviera viva si no hubiese sido atropellada por el 2º auto, sin embargo no tendría porque haber pasado porque el primer auto que provoco el accidente tendría que haberla ayudado y no haber escapado.