25 noviembre, 2024

La iluminación es una parte fundamental en el acondicionamiento ergonómico de los puestos de trabajo. Si bien, el ser humano tiene una gran capacidad para adaptarse a las diferentes calidades lumínicas, una deficiencia en la misma puede producir un aumento de la fatiga visual, una reducción en el rendimiento, un incremento en los errores y en ocasiones incluso accidentes.
El color constituye un parámetro importante de estímulo visual. En la retina existen dos tipos de células fotosensibles: los conos y los bastones. Los bastones permiten la visión con niveles muy bajón de luz (visión escotopica o nocturna) pero no permite visión en color. Por el contrario, los conos son menos sensibles que los bastones, pero son los responsables de la visión en color (visión fotopica).
Para garantizar una buena percepción del color es necesario tener en cuenta lo siguiente:
• El nivel de luminancia de adaptación debe ser suficientemente elevado, para permitir la “visión fotopica” del ojo, responsable de la visión en color.
• Las lamparas utilizadas deben emitir luz en un aspectro continuo (característico de la emisión del llamado “cuerpo negro” o elevada temperatura)
• La tonalidad de la luz no debe alejar mucho de la tonalidad de la luz natural.
También cuando se hace referencia a la iluminación se debe considerar tanto la natural como la artificial. A la hora de diseñar un área de trabajo siempre se debe considerar ambas.
La luz natural causa menor fatiga visual que la iluminación artificial. Por eso, en la actualidad se han desarrollado técnicas que maximizan el aprovechamiento de la luz natural.
Las principales ventajas
• Produce menor cansancio a la vista.
• Permite apreciar los colores tal y como son.
• Es la más económica.
• Psicológicamente un contacto con el exterior a través de una ventana, por ejemplo, produce un aumento al bienestar.
• Salvo en situaciones muy concretas en las que el trabajador se encuentre situado en una determinada posición e incida un haz de luz de forma directa, la iluminación natural suele producir un deslumbramiento tolerable.
La iluminación artificial se debe usar cuando no se puede emplear la luz natural o, como ocurre en la mayoría de los casos, para complementar la luz natural.
La calidad de la luz artificial será mejor cuanto más próximo esté el espectro de esa luz al que produce el sol.
A la hora de evaluar o adecuar una iluminación artificial en un puesto de trabajo se deben considerar aspectos relacionados con el trabajador, con el tipo de tarea que vaya a desempeñar y los propiamente relacionados con la iluminación.
Los aspectos que se deben contemplar estarán relacionados con la cantidad y la calidad de la luz que produzca esa lámpara.
Color aparente: es la apariencia cromática de la luz emitida por esa lámpara. La temperatura de color es una característica que describe el color aparente.
Rendimiento de color: es la capacidad de la luz que emite la lámpara para reproducir fielmente los colores de los objetos iluminados.
Para conocer las características de una lámpara es el fabricante quien las facilita.

LÁMPARAS INCANDESCENTES
En estas lámparas la luz se produce en un filamento calentado hasta la incandescencia por el paso de una corriente eléctrica. Habitualmente el filamento es de tungsteno.
Es la más popular por su bajo precio y el color cálido de su luz. También es la que menor vida útil tiene, unas 1000 horas. No ofrece muy buena reproducción de los colores, ya que no emite en la zona de colores fríos. Su eficiencia es muy baja, ya que solo convierte en trabajo (luz visible) alrededor del 15% de la energía consumida. Otro 25% sera transformado en energía calorífica y el 60% restante en ondas no perceptibles (Luz ultravioleta e infrarroja) que acaban convirtiéndose en calor.

No obstante, estas lámparas tienen la ventaja de emitir luz en un espectro cromático continuo y su capacidad de reproducir los colores es excelente y corresponde a un tono de luz cálido.

LAMPARAS DE DESCARGA
Son fuentes luminosas que producen luz mediante una descarga eléctrica en gases o vapores metálicos presentes en el interior de la ampolla Y se pueden clasificar según el gas utilizado (vapor de mercurio o sodio) o la presión a la que este se encuentre (alta o baja presión). Las propiedades varían mucho de unas a otras y esto las hace adecuadas para unos usos u otros.
• Lámparas de vapor de mercurio
• Baja presión
• Lámparas fluorescentes
Lámparas fluorescentes, en este tipo de lámparas la luz se genera en la película fluorescente que recubre la pared interior del tubo de vidrio. La fluorescencia de dicho recubrimiento se produce al incidir en él la radiación ultravioleta generada por la descarga eléctrica en el vapor de mercurio que está encerrado en el citado tubo
Tiene una eficiencia energética mucho más elevada que las lámparas incandescentes y su vida media también es bastante mayor.

LED

La tecnología LED utiliza diodos. Esos diodos tienen la característica de emitir energía en forma de luz. Un diodo es un componente electrónico, incluye un chip, que permite el paso de corriente eléctrica en un sentido, pero no en el contrario, como un interruptor. El paso de corriente por esos compuestos semiconductores pro¬duce energía luminosa en una longitud de onda determinada. La combinación de los distintos semiconductores es lo que permite que emitan en diferentes longitudes de onda y se produzca finalmente una luz blanca.
Sus principales ventajas son: rápida respuesta al encendido y apagado, larga duración, robustez mecánica, reducido tamaño, bajo calentamiento y menor mantenimiento en general y, por supuesto, el ahorro energético. Expertos han de-terminado que el ahorro energético puede oscilar en torno a un 92% respecto a bombillas incandescentes y a un 30% respecto a los fluorescentes.
Su principal problema es el coste de la instalación, esta medida reduce el consumo, pero el coste inicial de la inversión no siempre es rentable. Otro posible inconveniente es que cada diodo produce una luz relativamente direccional de tal manera que se pueden producir sombras y desequilibrios en las luminancias y que el LED resultar una luz más fría (temperatura de color).
En la actualidad este tipo de lámparas se encuentra en una fase de implantación tanto en los interiores de empresas como en el alumbrado exterior.
Hay otro tipo de tecnología que se está desarrollando denominada OLED (Organic light-emitting diode). Esta tecnología va a facilitar la posibilidad de su uso en la iluminación de espacios amplios. Consiste en el paso de la corriente por unas capas delgadas del material semiconductor orgánico que emiten luz.

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