Los argentinos se enorgullecen de su comida. Además de querer saber si usted es de Boca o River, las preguntas más comunes que un viajero podría encontrar son: «¿Has comido un filete ya»? «¿Cuál es tu sabor favorito de empanada?» «¿Has probado malbec?» «¿Sabes qué es el mate?» Un viaje a la experiencia argentina hará que responder a estas preguntas sea muy fácil.
Lo que comenzó como un restaurante a puertas cerradas en un pequeño apartamento en 2011 se ha convertido en un restaurante y bar de 28 plazas en el centro nocturno de Palermo Hollywood. La «experiencia interactiva» de tres horas es una comida gourmet de tres platos con un toque especial: los invitados preparan algunos de los platos mientras aprenden sobre la cultura y la cocina argentina.
Liderados por dos anfitriones anglófonos, uno extranjero y otro local para ofrecer diferentes perspectivas, los invitados se reúnen en el salón y bar del nivel del suelo donde se disfruta de un cóctel Malabeca (malbec, pisco y jugo de manzana) y se mezclan con los demás comensales. Una vez sentados en el comedor del piso superior, donde las paredes están adornadas con mates; a los participantes se les enseña a rellenar y envolver sus propias empanadas con ingredientes gourmet pre-preparados de su elección, incluyendo guiso de carne de vacuno marinada con vino o cebolla caramelizada y queso.
A la espera de las empanadas para cocinar, los comensales prueban provoleta (queso provolone a la parrilla con hierbas y especias), chorizo ??de cerdo de estilo argentino y chimichurri casero (salsa argentina con cebolla, ajo, aceite de oliva, orégano, pimentón, albahaca y aceite de oliva).
Hacer empanadas y comer es seguido por un plato principal de carne de filete de corte grueso, puré de patatas y verduras asadas. Argentina tiene uno de los mayores consumos de carne de res en el mundo, y el dueño de La Experiencia Argentina, el inglés Leon Lightman, viajó durante seis meses por el país, visitando las fincas ganaderas para encontrar las mejores fuentes de carne vacuna alimentada con pasto. En su viaje también aprendió el truco de dejar los filetes descubiertos en la nevera durante 24 horas para permitir que el exterior de la carne se endurezca, conservando el 100% del sabor y lo que resulta en la carne más jugosa posible.
Después del plato principal, los invitados arman sus propios alfajores, postres tradicionales argentinos que consisten en dos galletas unidas por dulce de leche, cubiertas con fondant de chocolate y recubiertas con virutas de coco. La fiesta se concluye con una lección de cómo preparar formalmente, servir y beber mate, un té tradicional a partir de las hojas secas de yerba mate, una especie de acebo nativo de Sudamérica subtropical.
A lo largo de la comida, se sirven copas de malbec de la famosa región vinícola de Mendoza, Argentina, mientras que los anfitriones comparten anécdotas sobre la historia, la cocina y la cultura argentinas.
ARTE Y VINO: JUNTOS PARA REFORZAR EL NEGOCIO
Galerías de arte y bodegas se asocian para potenciarse. Ambas se dirigen al mismo público. Ofrecen degustaciones en las expos.
El placer de juntarse
Muchas galerías se asocian con bodegas para promocionarse y acompañarse en los eventos. El objetivo es la cooperación mutua, ofrecer el espacio y los productos de vino para ser representados y compartir con quienes acuden a las exhibiciones.
Braga Menéndez está auspiciada, desde 2009, por bodega Navarro Correas. Para la directora son “aderezos que pueden ayudar, pero en la Galería Masotta Torres trabajan junto a Bodega Zuccardi porque creen que ambos rubros tienen relación, ya que se enfocan en el placer y el disfrute.
Sebastian Alen Guichón, gerente de relaciones institucionales de Familia Zuccardi, explica que quienes concurren a exposiciones “están en un ámbito relajado y distendido, y más predispuestos a escuchar las características de los productos y notar diferencias.”
También asegura que las personas vinculadas al arte “suelen ser amantes de los vinos; entonces es como una campaña de marketing hacia un público bastante afín.”
Así trabajan también con la galería Objeto A, para abarcar otra zona de influencia. Con la galería Massota Torres, tienen un acuerdo, para que sus productos estén presentes en todas las inauguraciones. “Por lo general, los eventos duran un mes y medio, donde ellos invitan a un grupo limitado de gente que frecuenta el lugar y nosotros les ofrecemos degustaciones de distintos vinos, aceites de oliva y otros productos” cuenta Guichón.
Zuccardi también prepara cenas de alta gama en la galería, donde invita a las personas a un ámbito gastronómico menos tradicional, aprovechando que ambas actividades «están relacionadas con el placer”. Y en la bodega, en Mendoza tienen una sala donde exhiben sus obras artistas provinciales.
Por su parte, Entin asevera “Esto es una empresa y tenemos necesidad de facturar, como cualquier otra empresa. Por eso buscamos sponsors que nos acompañen.” Para ello, se agrupo con La Guarda, una Pyme viñera sanjuanina emergente.
Al galerista le gusta el hecho de que sea boutique, porque «el trato es más personalizado y se genera un vínculo más franco” que con una empresa más grande. Es una bodega amateur y compartimos las ganas de prosperar. Eso me identifica mucho con sus dueños”, explica. Como proyecto, esperan intervenir las etiquetas de los vinos publicando obras de artistas propios, para dejar un sello de arte en la botella.