23 noviembre, 2024

En las libertades sexuales, en los medios de comunicación, en el círculo familiar y en la política. Las mujeres sienten un trato desigual en distintos ámbitos, pero es en el trabajo donde la desigualdad de género está más presente que en ningún otro terreno. Cinco de cada diez mujeres dicen haber sufrido algún tipo de discriminación laboral, según una encuesta de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) realizada en vísperas del paro internacional por el Día de la Mujer, que se hará mañana.
Hoy, en la Argentina, las mujeres ganan 27% menos que los hombres en el mismo puesto. Tienen 25% más riesgo de caer en empleos informales y, aun con un mayor nivel educativo, tienen 19 veces menos chances de llegar a los puestos más altos. Esta desigualdad es fuertemente percibida, tal como reveló la encuesta.
Según una encuesta, el trabajo es el ámbito en el que mayor discriminación sienten; el 79% cree que el Estado no las protege contra la violencia machista
Los números surgen de distintas mediciones oficiales, públicas y privadas, y pasan en limpio algunas de las muchas situaciones en las que las mujeres sienten que no son reconocidas en igualdad de condiciones que los hombres.
Carla Roselli -33 años, madre y licenciada en Administración de Empresas- en teoría tiene los mismos derechos que ellos. Puede votar, estudiar y trabajar. Puede tomarse licencia por maternidad. En la práctica, ser mujer significa que cobra menos que sus compañeros varones y que cuando se toma licencia sus chances de quedarse sin trabajo o de ser desplazada de su puesto son altas. Y de alguna manera eso la condiciona a la hora de buscar otro hijo. «Una lo piensa. Porque la discriminación laboral no es cosa del pasado. Es una realidad de todos los días», apunta.

Similar percepción tienen las mujeres encuestadas por la UAI, que sitúan el trabajo como el principal ámbito de discriminación.
Un documento difundido ayer por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también hizo foco en la desigualdad de género que existe en el ámbito laboral y en la necesidad de duplicar los esfuerzos para revertir los efectos de la discriminación laboral. Sin embargo, las noticias no son alentadoras. Un documento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta que si bien en las últimas décadas se ha reducido la brecha salarial de género, a este ritmo se necesitarán 70 años para lograr una igualdad laboral real. Es decir, recién en 2087.
«Las mujeres están perdiendo terreno en su búsqueda de igualdad en el mundo del trabajo», advierte el documento de la OIT.
«A pesar de estar más formadas, las mujeres tienen peor inserción laboral. Las mujeres alcanzan mayores niveles educativos que los varones, pero la discriminación en el mercado laboral es evidente. La punta del ovillo para revertirlo es la socialización de las tareas de cuidado en el interior de los hogares. El rol del Estado es fundamental: en los pilares que constituyen las políticas de cuidado, la normativa vigente refuerza, en lugar de revertir, la discriminación por género en el mercado laboral», dice Gala Díaz Langou, directora de Protección Social del Cippec.
Sumado a que en la mayoría de los casos las tareas de cuidado doméstico siguen siendo cosa de mujeres en todo el país, los peligros de ser víctima de violencia dentro de su propia casa son altos. Según el relevamiento, realizado entre mujeres del área metropolitana, el 79% cree que el Estado no protege a las mujeres que sufren violencia de género. Las estadísticas de femicidios indican que, puertas adentro, una mujer tiene ocho veces más posibilidades de ser asesinada por alguien de su entorno que de morir a manos de un extraño, por ejemplo en un robo.
Además, el 67% de las consultadas dijo haber sufrido alguna vez acoso callejero. La sensación más frecuente ante esta situación fue de «bronca o impotencia», aunque la reacción más repetida fue la de «quedarse en silencio».
De la misma manera, pese a la alta percepción de desigualdades de género, sólo cuatro de cada diez admitieron haberse movilizado en defensa de sus derechos.
Mañana, tendrán una nueva oportunidad. Por impulso del colectivo NiUnaMenos, las argentinas decidieron sumarse al llamado Paro de las Mujeres, que se replicará en 41 países. La versión local incluye distintas iniciativas para protestar contra todas las formas de violencia que sufren, desde el cese de tareas hasta una movilización entre el Congreso y la Plaza de Mayo.

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