El final del primer trimestre y el inicio del segundo trimestre del 2017, significaron para la Argentina un periodo de inmensas lluvias en casi todo el territorio nacional que provocaron un combo de diferentes factores negativos tanto en la producción agraria (País Agro-exportador) y ganadera.
«Las inundaciones son el mayor desastre natural que amenaza al país y representan el 60% de los desastres naturales y el 95% de los daños económicos», explica Catalina Ramírez, la especialista de Agua y Saneamiento del Banco Mundial. Esto evidencia claramente que durante el periodo Marzo-abril-mayo, 17 provincias quedaron arrasadas por el agua entre las cuales se encuentran Rio Negro 154 mm de agua por día, Santa cruz 114 mm al mes, La Pampa 331 mm
en marzo. Mientras que el resto debido a estas intensas precipitaciones sufrieron crecidas y desbordes de ríos, como salta, Jujuy, Tucumán, entre otros.
Debido a que Argentina es un país Agro-Exportador, además, de la industria ganadera y láctea se vio afectada la industria agrícola y por eso, es que estos desastres naturales afectan de manera directa en la economía del país produciendo pérdidas millonarias, impidiendo la producción y ralentizando las exportaciones de tales productos.
En total se estiman los siguientes números significativos en concepto a las inundaciones, se calculan que alrededor de 1,19 millones de hectáreas de cultivos afectadas, que se componen de la siguiente manera: 300.000 hectáreas menos de trigo (entre lo que ya no se pudo sembrar y lo implantado y perdido), 650.000 hectáreas de la nueva siembra de soja, 150.000 hectáreas de maíz y 50.000 hectáreas de girasol. Considerando los rindes promedio de los últimos cinco años para cada uno de esos cultivos y los valores actuales FOB, la pérdida económica por lo que se dejaría de producir equivale a U$S 1138,5 millones.
Según un informe elaborado por la Sociedad Rural Argentina (SRA), a esa cifra hay que sumarle $ 4517 millones en concepto de pérdida de 301.000 cabezas en el rodeo general y $ 4380 millones en calidad de menor destete de terneros.
Asimismo, se perdieron $ 477 millones en lechería, por menor remisión de leche en los últimos 120 días.
Adicionalmente, se deberían contabilizar las pérdidas por deterioro de la infraestructura y aumento de costos de logística, reparaciones y mayores gastos de combustibles, que se generan a causa de la intransitabilidad de los caminos y demás vías de comunicación
Un informe realizado detalla, que uno de cada tres argentinos vive en áreas altamente expuestas a inundaciones, llegando a un total de 14,2 millones de personas en todo el país. También, se advierte que, cada año, la economía podría perder alrededor del 0,15% del PBI (Producto Bruto Interno) por situaciones asociadas a inundaciones, y ubica a la Argentina en el top 10 de los países emergentes con mayores riesgos, entre Rusia, la India, Brasil y China.
Esto nos aclara la importancia que tiene el cambio climático, debido a que sus consecuencias son los desastres naturales en aumento y más en un país como es Argentina ya que sus ingresos dependen fundamentalmente del campo y sus producción agraria y ganadera.
Santiago Vargas.
