26 noviembre, 2024

Segun una noticia del diario clarin; «El 95% de los que se venden hoy en el país son ilegales. Algunos entraron de forma irregular por las fronteras con los países limítrofes. Otros son fabricados aquí ilegalmente con impresoras 3D» «Los spinners tienen piezas que podrían causar daño a los niños, como rulemanes y pilas con plomo, que son tóxicas». Y aseguró que estos se venden de forma ilegal por internet, en la calle y en «comercios poco serios».

Justamente, desde la Aduana le informaron a Clarín que en la sección de control de equipaje del aeropuerto de Ezeiza se incautaron en las últimas 96 horas a razón de 10.750 piezas por día, en su mayoría a pasajeros de origen chino. en Argentina hay una «demanda creciente de este juguete» y su valor varía entre 140 a 400 pesos. «Como hay poco y hay mucha demanda, lo venden a cualquier precio»

En un concepto básico, este artilugio cabe en la palma de la mano y consta de tres aros unidos entre sí. En el centro, otro círculo hace las veces de eje giratorio. Y esa es precisamente la gracia: hacerlo girar, girar y girar.

e inventado hace un par de décadas y su propósito era ayudar a niños con autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con la ansiedad. De hecho, las cajas de estos juguetes lo promocionan así, como un producto infantil contra el estrés. Hoy se pueden ver los spinners en las paradas de los colectivos, en los parques y, por supuesto, en las escuelas de los Estados Unidos. Sin embargo, la mayoría de los que se ven el país son truchos o entraron de contrabando.

Spinner es una terapia o amenaza?

Tras el furor inicial por el ‘fidget spinner’, algunas escuelas han emitido advertencias y prohibiciones sobre su uso, argumentando que se trata de un objeto que distrae a los niños y, en el peor de los casos, puede servir como proyectil. Por otra parte, en redes sociales circula un video de una pequeña niña, quien tiene un accidente al introducir sus dedos en el artefacto y ya no poderlos sacar. El Finger Spinner también representa un peligro porque su tamaño puede ocasionar que los niños pequeños se los lleven a la boca y se los tranguen, lo cual causaría la obstrucción de las vías respiratorias y posteriormente asfixia.

 

Creo que tal vez las escuelas necesitan encontrar un equilibrio. El hecho de que un elemento se convierta de repente en una moda no significa necesariamente que deba perder su valor terapéutico.

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