La cantidad sustraída, valorada en unos 240.000 euros, proviene de una cooperativa con sede en Valladolid.
El sábado 13 de mayo varios empleados de la cooperativa ACOR se quedaron sorprendidos tras descubrir que les habían robado más de 900 toneladas de trigo (en concreto 909.380 kilos) almacenados en una nave de la localidad de Mojados, ubicada a unos 25 kilómetros de Valladolid, lugar donde la sociedad tiene sus oficinas centrales. “Hablé ayer con un perito del seguro y me comentó que no es normal un robo de estas dimensiones”, dijo vía teléfono Esteban Sanz, director de Servicios Agronómicos y de Cultivos de la cooperativa. Nada más enterarse del suceso, Sanz y sus compañeros llamaron a la Guardia Civil, que se personó en apenas cinco minutos. La investigación policial sigue abierta pero por ahora se desconoce cuándo ocurrió el saqueo y quién o quiénes lo acometieron y, sobre todo, el modus operandi utilizado para sustraer tal cantidad de trigo sin despertar ningún tipo de recelo. “Pudieron hacerlo perfectamente a la luz del día debido a que las empresas de alrededor están acostumbradas a que “Vinieron en seguida, pero en el interior no quedaba ya ni un solo kilo”, se lamenta. Las pérdidas podrían ascender a 240.000 euros.
El almacén está ubicado en la antigua nacional N-601 (la llamada carretera de Madrid), una vía transitada con frecuencia y a pocos kilómetros de la fábrica que la cooperativa tiene en Olmedo. “No nos había pasado nunca algo así. Lo normal es que roben cantidades muy pequeñas que como mucho ocupen medio remolque de un camión”, explica Sanz. Desde ACOR piensan que el destino del trigo irá a parar a empresas harineras, fábricas de pienso o a ganaderías particulares.
Castilla y León, región que aporta el 50% de la producción nacional, prevé pérdidas de hasta un 80%, en el peor de los casos. Sanz espera que pronto se esclarezca lo sucedido porque piensa que “la Guardia Civil suele ser muy eficiente en este tipo de sucesos”. Un saqueo casi de película: no hay que olvidar que para trasladar 900.000 kilos de trigo se necesitan, como mínimo, más de una treintena de camiones con una capacidad de 26 toneladas cada uno.