22 noviembre, 2024

Generalmente esto ocurre cuando las cualidades de un compañero de trabajo en particular sobre salen por las del resto, es entonces cuando sus jefes deciden darle la oportunidad de un ascenso, ¿Que ocurre con la persona elegida y con el resto de sus compañeros? ¿Cómo afrontar este ascenso de forma profesional?

En ocasiones ese compañero de trabajo puede ser incluso un amigo y para este, su nuevo rol de “jefe”, es una de las situaciones más incómodas y conflictivas que pueden darse en el entorno laboral, más aun cuando el superior directo y quien decidió brindarle esta oportunidad, minimiza esta  circunstancia utilizándola como “una prueba que también debe afrontar”.

 El hecho de que el antiguo colega sea ahora el encargado de dirigir las funciones del resto del equipo, de supervisar, e incluso de valorar el desempeño puede generar malestar y pérdida de confianza en quienes antes eran sus pares, si bien tener un nuevo jefe siempre causa un impacto, en ocasiones es algo difícil de afrontar para ambas partes,

Le ventaja en este aspecto es que ambas partes conocen las fortalezas y oportunidades de mejora de cada una, siendo así, es importante para el nuevo líder enfrentar este nuevo reto con seguridad y compromiso y  si bien como dijimos anteriormente, es lógico que sus antiguos compañeros se muestren inicialmente con una actitud defensiva e incluso hostil, lo importante es que ninguna de las partes lo tome como algo personal, comprender que es solo un periodo de transición y adaptación para todos, tratando durante este plazo de buscar objetivos en común los cuales ayuden al equipo a seguir avanzando. No realizar cambios drásticos que puedan afectar el clima o incluso el desempeño  del equipo puede ser la clave que le permita al nuevo líder mostrar resultados inmediatos.

Teniendo presente a Filippi en su definición de liderazgo cuando menciona que “es el atributo de una posición”, se puede sugerir que asumir el nuevo rol en la empresa y comenzar a actuar en consecuencia cuanto antes es necesario, siempre y cuando se actúe con naturalidad, centrándose en las nuevas metas, distribuyendo los nuevos objetivos y sobre todo continuando con el trabajo sin dejar de lado el dialogo ameno y cotidiano (esto será la base que permitirá al nuevo líder trasmitir las nuevas obligaciones y expectativas pudiendo así también escuchar las suyas), si es inteligente (según Wechler, la inteligencia es entre otras características: la capacidad de actuar con un propósito y de pensar racionalmente) puede utilizar todo este intercambio de información para re-diseñar el plan de trabajo, creando una nueva metodología en función de las necesidades de su equipo, aprovechando todo el conocimiento para sacar lo mejor de cada uno de los integrantes bajo su supervisión.

El nuevo líder deberá también ir adoptando su estilo de liderazgo de forma progresiva, buscando (según Filippi) “aumentar la influencia por arriba del nivel de obediencia mecánica a las órdenes rutinarias venidas de la organización” si hacer abuso del poder, entendiéndose como poder al conjunto de recursos que posee el nuevo líder y puede utilizar para influir sobre el otro de modo tal de lograr sus objetivos ya que eso generaría un mal clima de trabajo generando antipatía y enemistad entre las partes.

El nuevo líder debe mantener la neutralidad, ya no podrá quejarse junto con su equipo de, por ejemplo, las condiciones de trabajo, por el contrario deberá mantener la neutralidad en todo tipo de comentario.

El nuevo líder deberá entonces aplicar la teoría de Filippi en cuanto a la inteligencia adaptativa.

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