El oficio de recolector de basura es uno de los más difíciles y riesgosos. Se dice que es uno de los más riesgosos ya que están expuestos a todo tipo de riesgos: desde ser atropellado, hincarse con agujas contaminadas, cortarse con vidrio o
infectarse de alguna enfermedad. Estos son algunos de las situaciones que afrontan los recolectores día a día, pero
esto también se debe a que muchas veces los ciudadanos no colaboran ya que muchas veces la gente tira vidrios rotos, objetos cortantes, jeringas con agujas entre otras cosas. Otro de los problemas muy habituales son los perros ya sean de
la calle o alguna casa, que muchas veces muerden a los recolectores. Ellos dicen que muchas veces sufrieron lesiones de este animal. También otra consecuencia de los perros es que muchas veces rompen las bolsas de basura y queda todo
tirado en la calle.
Las condiciones de trabajo no son las mejores, y que de por sí la labor “es insalubre. No tienen la vestimenta adecuada que los distinga en la noche por los autos, les faltan pilotos y botas para cuando llueve y, lo peor, es que los guantes
tampoco son los indicados, por lo que generalmente terminan trabajando sin protección en las manos, ya que los guantes son igual de riesgosos y más incómodos
Otro de los problemas que sufren es que la gente no saca la basura en los horarios correspondientes, muchas veces sucede que la gente saca la basura muchas horas antes o una vez que ya paso el camión, y esto también dificulta su
trabajo y produce muchos problemas en el servicio ya que muchas veces las bolsas se rompen, los olores se esparcen, y llevar la basura se convierte en un gran conflicto.
La forma de ayudar a los recolectores es que en caso de jeringas y agujas se coloquen dentro de alguna botella, y en el caso de vidrios rotos que se envuelvan en papeles y se coloquen en una caja o separado y señalado. Otra forma de
colaborar también es sacando la basura en los horarios indicados por los recolectores, ya que los recorridos y horarios están planificados anteriormente.
También se puede ayudar con bolsas sean lo suficientemente fuertes para que al ser levantadas no se rompan, y que los perros se encuentren atados o dentro de los patios.
