17 noviembre, 2024

En este artículo hablaremos de respectivamente de lo que menciona el título, la pérdida del poder adquisitivo por la disminución de salarios, pero principalmente tenemos que definir de manera básica dos conceptos fundamentales de lo que se va destacar. Estos son el sueldo y el poder adquisitivo.

El sueldo son las retribuciones que reciben aquellos que realizan algún trabajo permanente y que se estipulan por un período determinada, semanas, quincenas, meses o años. Se entiende que el que recibe sueldo es “empleado”, en tanto el que recibe salario (otro concepto importante) es “obrero”.

Por otro lado, cuando hablamos de poder adquisitivo hablamos de aquel que está determinado por los bienes y servicios que pueden ser comparados con una suma específica de dinero dados los precios de estos propiamente dichos. Así, mayor sea la cantidad de bienes y servicios que pueden ser adquiridos con determinada suma de dinero, mayor será el poder adquisitivo de dicha moneda. Por ello, la medición del poder adquisitivo está directamente relacionado con el índice de precios al consumidor y puede ser usado para comparar la riqueza de un individuo promedio para un período anterior al presente o en diferentes países en una misma época.

Ahora con los conceptos ya bien definidos, pasaremos al artículo en cuestión.

Según publicó INDEC los salarios aumentaron un 29,7 %, mientras la inflación fue un 47,6%. Estamos hablando de una caída más alta respecto de los hechos sucedidos en el año 2002.

La mayor retracción, respecto de esto que estamos mencionando, fue entre enero y diciembre del año pasado alcanzó a los ingresos del empleo no registrado: 13,8%. Entre los empleados públicos la baja salarial fue del 11,7% y los del sector privado del 11,6%. Estos datos son coincidentes con los del Ministerio de la Producción y Trabajo de los asalariados privadas quienes tuvieron un alza interanual de 34% frente a una inflación de 47,6%.

Estas pérdidas comprenden a casi 10 millones de trabajadores en relación de dependencia públicos y privados registrados y otros 3 millones de asalariados informales o “en negro”.

En la medición del INDEC, los que están registrados en el sector privado representan poco más de la mitad de los trabajadores, el sector público casi el 30% y los privados no registrados casi el 20%.

Si a los ingresos de los trabajadores informales se le descuenta la inflación de la canasta de pobreza de ese período (que fue del 52,9%), la pérdida de ingresos sube al 15,2%.

De estos datos se desprende un mayor incremento de los niveles de pobreza entre los que tienen empleo porque muchos de los ingresos de los trabajadores, informales y formales, se encuentran en el límite del valor de la canasta de pobreza, al tiempo que disminuyó la ocupación formal. El Ministerio de Producción y Trabajo informó que en 2018 cayó en 130.800 personas la ocupación laboral en relación de dependencia del sector privado. De aquí se desprende que hacia fin de año habría aumentado la tasa de desocupación.

A su vez, los asalariados “en negro” ganan hasta 50% menos que el resto de los trabajadores y en proporción, están siendo más castigados por la suba de los precios y también por la merma de la ocupación laboral. Todo esto, unido a la baja real de las jubilaciones y demás prestaciones de la Seguridad Social explican la caída del consumo.

En sí no hay mucho para explicar porque a grandes rasgos se hace, pero tenemos que decir que hay demasiados datos concretos, como los que vamos a mencionar a continuación por Lorenzo Sigaut Gravina. “Él explicó que la baja salarial del año pasado respondió a que “con el brote inflacionario de comienzo de año, por los aumentos de tarifas e inestabilidad cambiaria, las negociaciones paritarias se cerraron originalmente en torno al 20%, en línea con la voluntad del Ejecutivo. Y que, al momento de otorgarse nuevos aumentos en función de una mayor suba de precios, tuvo lugar el salto cambiario de fines de agosto, que se tradujo en una aceleración de la inflación que sepultó el poder adquisitivo de los trabajadores. Además, agregó que las recomposiciones que llegaron en los últimos meses no fueron suficientes para torcer el rumbo en un contexto de inflación elevada. De hecho, en el último trimestre el salario del sector registrado-quienes lograron una mejora salarial vía paritarias- creció 8,5% contra un alza de 1 ,5% del nivel de precios”.
A continuación de todo lo redactado mostraremos una tabla respectivamente, para poder tener una mejor compresión de que como la Argentina se ve afectada en sí. (Bermúdez, 2019)

-Alumno: Facundo Gabriel Ascierto Chaves
-Profesor: Leandro Perdiguero
-Cursada: TM 8:00 sábado

Bibliografía
Bermúdez, I. (28 de febrero de 2019). «Poder Adquisitivo, El sueldo de los trabajadores en 2018 cayeron 12,1%». Obtenido de Clarín: www.clarin.com/economia/2018-sueldos-trabajadores-cayeron-12_0_dbeg8Itkx.html

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