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Como entender mejor la tendinitis en el ámbito laboral.

La tendinitis fue el pretexto que, en el 2011, encontraron los trabajadores del metro en Argentina para negarse a marcar las tarjetas electrónicas en su quehacer diario. Alegaron que la repetición de esa rutina desencadenó el padecimiento en varios obreros.

Más allá de constituir motivo de protestas, la mencionada enfermedad sí responde a la recurrencia de algunas prácticas, y las estadísticas confirman su ascenso en los últimos tiempos.

Inflamación de los tendones o estructuras que unen al músculo con el hueso, así se define esta dolencia crónica, recidivante y asociada, con una sobrecarga.

Señalada entre las 35 enfermedades profesionales del vigente Código de Trabajo, la tendinitis supone agravantes si se atiende a destiempo y resulta inherente a no pocos oficios.

Común en los ámbitos laboral.

La principal causa de este mal recae en el sobreuso de los tendones, debido a la práctica de alguna actividad que implique aumento de la carga y de la frecuencia.

El hecho de que unos músculos trabajen más que otros, vulnera la zona de los tendones y lleva a esta enfermedad, registrada entre los padecimientos comunes en los ámbitos laboral.

Como resultado de la tendinitis pueden quedar dañadas las vainas de los tendones y estos últimos como tal; en ese caso estaríamos en presencia de una tenosinovitis y ahí el tratamiento incluiría una operación quirúrgica.

La tenosinovitis es una forma más grave y localizada que se traduce en dos padecimientos habituales en la población: el dedo en resorte y la enfermedad de Quervain (inflamación de los tendones en el lado del pulgar); ambas tienen solución quirúrgica.

Diagnóstico clínico.

Diferentes análisis asumen que la tendinitis puede afectar cualquier tendón, sin embargo, es más común en la parte superior del cuerpo. Las clasificaciones más conocidas son las del hombro, el codo, la mano, muñeca y el talón del pie. Por tanto, el especialista debe realizar un reconocimiento para comprobar la existencia del dolor una vez que se ejerza fuerza sobre el tendón del músculo con probables daños.

Reposo, analgésicos y rehabilitación componen la terapia para tratar a quienes sufren de esta dolencia. Siempre pretendemos aliviar el dolor y reducir la inflamación de la zona. Medicamentos como el ibuprofeno, así como lograr mover lo menos posible la parte adolorida pueden contribuir al bienestar del paciente. También constituyen alicientes el uso de crema o gel para frotar la superficie lesionada y la aplicación de calor o frío en el área.

Es mejor prevenir…

Como ocurre siempre en la esfera de la salud, la prevención es la mejor carta que puede jugar una persona. Evitar las sobrecargas de brazos y piernas; desarrollar un entrenamiento que fortalezca los músculos, pero con un diseño que incluya ejercicios intercalados, así como respetar el tiempo de descanso entre uno y otros movimientos son acciones que contrarrestan la aparición del mal.

En caso de sentir dolor es necesario el cese de la actividad que lo provoca para impedir que se agudice la molestia y termine siendo un padecimiento crónico. Profesionales como albañiles, oficinistas, informáticos, mecánicos, secretarias… en casi todos los puestos de trabajo están más expuestos a desarrollar la tendinitis. Aun cuando en un solo momento de sobrecarga se acerque una probabilidad de padecer tendinitis, conviene adoptar una actitud preventiva, y no dejar que un descuido determine la salud y bienestar.

Las tenosinovitis de origen laboral pueden ser originadas por el tipo de trabajo que se desarrolla, bien como consecuencia de un accidente laboral o como una lesión que se aparece sobre una patología de base previamente existente que se ve agravada por la actividad física desempeñada durante la jornada de trabajo, en la mayoría de los casos es difícil distinguir si se trata de una patología nueva o si se trata de una patología que aparece a consecuencia de las actividades laborales sobre una lesión de base ya existente, además en la mayoría de los casos es difícil identificar un único factor causal .

Para la calificación laboral de las tendinitis, hay que considerar conceptos de la Ley 24.557 de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. En primer lugar, se califica como accidente del trabajo la lesión que se produce por causa u ocasión del trabajo. No obstante, la enfermedad profesional se define como aquella ocasionada en forma directa por el trabajo.

La tendinitis está registrada como diagnóstico posible de origen laboral, puede ser considerada accidente laboral si hubo un cuadro traumático agudo a causa o en ocasión del trabajo.

Sin embargo, para que se diagnostique una tendinitis como enfermedad profesional, debe establecerse una relación de causalidad directa entre la patología y el puesto de trabajo.

Las principales tendinitis laborales de las extremidades superiores son:

Las tendinitis de extremidades inferiores, como la tendinitis aquilina, son menos frecuentes como enfermedad profesional, siendo, como causa laboral, generalmente secundarios a accidentes laborales. Las tendinitis de origen común que pueden ser agravadas por el trabajo no son consideradas enfermedades profesionales y la gran mayoría se deben a sobreesfuerzos puntuales.

Tanto la expresión clínica como el tratamiento de las tendinitis son similares, sea el origen laboral o común de estas. La evolución es dependiente del tratamiento médico y de la no exposición al agente de riesgo. Si se diagnostica una tendinitis como una enfermedad profesional, el paciente no debe volver a exponerse al agente de riesgo, para lo cual se debe realizar una mitigación en el puesto de trabajo (disminución de las frecuencias de repetitividad, mejoría de las condiciones ergonómicas) o bien realizar un cambio de lugar de trabajo.

La conclusión con respecto a este tema, es que gracias a la concientización de los empleados y los empleadores son más las personas que priorizan la salud. Sin dejar de mencionar que ambas partes deben tomar las decisiones correspondientes en cada caso siguiendo y respetando las Normas y Leyes de Trabajo.