Para definir el mismo, debemos tener en cuenta los requisitos que tiene que cumplir y las posibilidades de respuesta segura o razonable del segmento proveedor. De poco sirve conformar la indumentaria apropiada, si luego no tenemos fabricantes que respondan a tales requerimientos. En esta circunstancia, entonces, nos debemos asegurar de que ambas partes se encuentren balanceadas.
Está comprobado que el uso adecuado de la ropa laboral disminuye el número de accidentes en el trabajo.
1. Los uniformes protegen a los trabajadores
Teniendo en cuenta el sector en que trabajamos, debemos evaluar los riesgos a los que los trabajadores están expuestos y adaptar el uniforme en consonancia
2. Dentro del plano legal, las empresas están obligadas a proveer de la ropa de protección
En situaciones de riesgo relacionadas con el trabajo, la prevención y la seguridad son claves y, legalmente, la empresa está obligada a asegurar esa protección de los empleados. En muchos casos, la primera barrera protectora es la ropa de trabajo.
3. Utilizar ropa de trabajo adecuada es favorable para la productividad
Los trabajadores que trabajan a gusto, trabajan mejor y son más eficientes. En este sentido, el mundo de la ropa de trabajo ha evolucionado hasta tal punto que, en la fabricación de cada prenda se tiene muy en cuenta la libertad de movimientos, funcionalidad, comodidad, seguridad y ergonomía
4. Los uniformes garantizan la higiene y limpieza en el trabajo
La seguridad a veces es sinónimo de higiene y limpieza. Estamos pensando en sectores en que los agentes patógenos están presentes y pueden contaminar al trabajador o incluso al cliente.
En relación con ello, hemos indagado en la razón que está detrás de que ciertos uniformes sean generalmente blancos, como las batas sanitarias, y esta recae sobre la higiene y la limpieza. En algunos casos, el vestuario laboral desechable es preferible al tradicional, también en aras de garantizar la máxima seguridad biológica.
5. La ropa de trabajo supone una fuente de motivación e identificación con la empresa
Aunque a simple vista puede parecer poco importante, llevar uniforme de trabajo personalizado es motivo de orgullo para muchos trabajadores. Este simple gesto crea sentido de pertenencia, que puede volcarse sobre la labor diaria del trabajador.
Por otro lado, no solo el trabajador se sentirá identificado con la empresa, sino que es útil para que tanto clientes o visitantes puedan localizar a los empleados y distinguir sus roles fácil y rápidamente.
Estos son los principales pilares que sostienen la importancia de un uso adecuado de una ropa de trabajo. Los uniformes deben estar adaptados para hacer frente a los oficios en distintos sectores y para proteger efectivamente a los empleados
La ropa industrial y ropa de seguridad laboral se divide en diversas categorías dependiendo de sus características. Las prendas que pertenezcan a cada una de las categorías concretas tendrán que cumplir además una serie de normas y estándares para que resulten adecuadas para garantizar la protección laboral de los trabajadores.
Ropa ignífuga y de protección de altas temperaturas
Se trata de ropa diseñada especialmente para soportar el efecto de las altas temperaturas y del fuego. Tanto las diferentes prendas como el calzado, se dividen por grados dependiendo del nivel de protección que ofrezcan. Es la ropa utilizada por los bomberos y otros profesionales que trabajan en contacto con las temperaturas más altas. En ciertas operaciones industriales, estos trajes cuentan con suministro de aire para reducir el calor y aumentar la comodidad del operario. Los trajes aluminizados están comprendidos en dos grandes grupos: trajes para penetración y trajes para aproximación.
Trajes para penetración
Estos trajes se usan donde la temperatura supera los 540°C, como en hornos u hogares, o donde los hombres deben penetrar o atravesar superficies en combustión durante el combate de incendios o al efectuar rescates.
Ropa de protección ante el frío
En el otro extremo se encuentran aquellas prendas que resisten especialmente bien al frío. Son protectores térmicos que mantienen la temperatura corporal de los usuarios, impidiendo que descienda bruscamente. Este tipo de ropa aísla del frío, la lluvia y la nieve, ya que, además, los tejidos son completamente impermeables.
Ropa de alta visibilidad
Ropa diseñada para aquellas profesiones que se desarrollan durante la noche, o en circunstancias en que es necesario aportar un extra de visibilidad, como pueden ser policías, barrenderos, personal de seguridad, obreros, etc. Estos tejidos aumentan la seguridad de los profesionales, ya que están realizados con materiales reflectantes y fluorescentes para que sea fácil verlos en condiciones de baja luminosidad y larga distancia.
Ropa de protección contra riesgo mecánico
Este tipo de ropa incluye también accesorios como zapatos o guantes. Se realiza con materiales como el Kevlar o el Twaron y otras fibras sintéticas que protegen ante rozaduras, pinchazos, cortes o impactos. Son tejidos específicos, creados con propiedades únicas que resisten el corte y que tienen la capacidad, por ejemplo, de atascar piezas móviles.
Ropa de protección contra riesgo químico
Las prendas que protegen la piel o cualquier zona del cuerpo del contacto con un elemento químico, se crean específicamente para proteger de ciertos riesgos dependiendo de la profesión o del compuesto químico que se vaya a manejar. Existen, por lo tanto, seis categorías en las que se pueden dividir las prendas de protección contra riesgo químico, dependiendo de qué riesgo evitan. Estas son: gases, enlaces no herméticos, salpicaduras, protecciones de partículas, líquidos pulverizados y aerosoles.
Ropa de protección anti radiaciones
La ropa de protección anti radiaciones cuenta con una forma de creación específica para proteger a los trabajadores contra las radiaciones de carácter no ionizante. Para ello, se aíslan los elementos mediante blindajes electromagnéticos y se utilizan tejidos con elevada conductividad eléctrica y disipación estática, donde resulta de vital importancia la conexión con el suelo.
Ropa de protección contra riesgos biológicos
Este tipo de prendas son las utilizadas por profesionales de la salud y otros ámbitos, que están en contacto con sustancias que puedan suponer un riesgo biológico, como la sangre y otros fluidos orgánicos. Estas prendas, entre las que se incluyen los guantes y los zuecos, están sometidos a la acción de agentes bactericidas para adquirir propiedades antibacterianas, además de ser resistentes a los líquidos.
Ropa de protección frente a riesgos eléctricos
Para que un trabajador se encuentre completamente protegido ante el riesgo eléctrico, su indumentaria debe constar de todo tipo de elementos aislantes, siendo especialmente importante el tipo de calzado que se seleccione. En todo caso, la ropa y los guantes tendrán que proteger del contacto eléctrico, siendo necesario disponer de un casco y prestando atención al tipo de aislante que forme las botas.