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por Miriam Lorena Fernández
“LAS RELACIONES PÚBLICAS EN FUNCIÓN DE LA PSICOLOGÍA Y LA FILOSOFÍA”
Si nos remontamos hacia el año 1891, nace Edward Bernays, considerado uno de los hombres más influyentes del siglo XX, de nacionalidad vienés, nacido un 22 de noviembre, quien sería el precursor y visionario innato de lo que hoy es una de las profesiones más activas de la sociedad moderna, “Las Relaciones Públicas”. De hecho se lo menciona como padre teórico del oficio. Era agrónomo, pero de profesión periodista y se especializó en publicidad.
Sus estudios se basaron en relación directa a la psicología y la filosofía. Dado que sus propósitos se basaban en “escuchar al público y trabajar en función de sus necesidades”, la base principal para él sería la ética.
Ha intervenido en tratados de paz, uno de ellos en el de la primera guerra mundial.
Así como la psicología significa etimológicamente estudio del alma y la filosofía estudia las leyes más amplias que rigen el pensamiento humano, podemos destacar que sus propósitos iban más allá de lo perceptible, que había algo más que las apariencias y buenas costumbres para descubrir, explorar y mostrar al mundo.
Se inspiró en las investigaciones y estudios sobre el inconsciente de quien sería el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien era nada más y nada menos que su tío.
Su madre, Anna Freud, era hermana del médico vienés, quien a su vez estaba casado con Martha Bernays, hermana del padre de Edward.
Utilizando los estudios y fundamentos de Freud, comprendió que el público en general tenia deseos reprimidos, y el quería descubrir esos mecanismos en las personas. Entendió que esos mecanismos podían ser manipulados, sin ningún propósito desleal, sino más bien, con propósitos económicos y también políticos.
El periodo en el que surge es el año 1919-1929. En el año 1928 publicó su libro llamado “PROPAGANDA”. En el mismo plasmó su idea de que las masas podían actuar de manera inconsciente e irracional por deseos reprimidos. No obstante, tenía un lado positivo: una de sus publicidades logró que las tabacaleras expandieran su negocio a un público impensado, las mujeres.
Llevó a cabo este objetivo dándole a las tabacaleras la idea de que unas cuantas modelos desfilaran fumando, algo por cierto revolucionario para aquella época. Promocionó el hecho en sí como una forma de liberación para la mujer.
Por otro lado, por medio de publicidades ideadas también por él, convenció a los estadounidenses de incluir en sus desayunos nuevos alimentos, como por ejemplo panceta (bacon) y huevos, porque sostenía que el desayuno, al ser la comida más importante del día, debía ser suculenta.
Ideó que celebridades de Hollywood desayunaran con un presidente de Estados Unidos (Calvin Coolidge 1924-1929). Coolidge era un hombre frío que carecía de empatía con las personas, por ello solicitó los servicios de Bernays. Luego de su asesoramiento, aquel desayuno salió en todas las portadas de revistas. Así, Bernays ayudó considerablemente la imagen pública del mismo.
Bernays creó esta profesión desde bases sólidas de responsabilidad y fundamentalmente la ética. Sin embargo, no logró evitar ser percibido como un manipulador de masas debido a que aprovechó su descubrimiento del vínculo entre la cultura y el consumo y lo utilizó para incentivar a las mujeres a fumar tabaco con una campaña revolucionaria sin considerar el daño que esto ocasionaría en la salud de dichas personas hacer hincapié en que era una época diferente donde el accionar de la mujer estaba absolutamente condicionado.
Con el tiempo el publicó evolucionó y se volvió exigente y responsable del consumismo. Por ello considero que Bernays introdujo la ética y los códigos profesionales como estándares para los asesores en Relaciones Publicas para acentuar de esta manera el límite ético y lograr indefectiblemente escuchar al público en sus necesidades y responder a ellas.
Desde mi punto de vista, su ética podría ser reprobable para estos tiempos, ya que la manipulación de las masas o de un sector de ellas, es inaceptable.
Más allá de mencionar hechos de los que fue protagonista, destaco su impronta en ser el precursor de un cambio mundial en las masas. Como todo precursor, puede uno no estar de acuerdo con algunas cuestiones, pero es destacable su dinámica creativa en romper patrones establecidos, estructuras, repitiendo y resaltando sus propios términos “escuchar al público y trabajar en función de sus necesidades”.-